Los 70 kilómetros que separan Macedo de Cavaleiros de Alcañices no fueron obstáculo para que el acusado emprendiera una persecución por carretera tras el vehículo del excuñado de su amigo, un BMW. “Llevaba a mi sobrino y creíamos que le podía hacer algo”, declaró el tío del niño, copiloto en el Peugeot de su amigo el 4 de noviembre de 2018, a las 15.00 horas, cuando sucedió el incidente, según declaró ayer en el Juzgado de lo Penal.

Las supuestas amenazas que habría recibido la madre del niño de boca de su exmarido, “te voy a dar donde más te duele”, estarían detrás de esta conducta, según la versión de este procesado. En la persecución participaría la madre del menor, que viajaba de copiloto en otro BMW, el que se posicionó delante de su exmarido pasada ya la frontera lusa y la autovía, en un tramo peligroso de San Martín del Pedroso hacia Alcañices, con muchas curvas, según consta en las diligencias policiales.

Mientras, el Peugeot conducido por C.A.M., “adelantó en una curva con línea continua y embistió al coche” en el que viajaba el denunciante y padre del menor. El imputado, que se enfrenta a 2 años de prisión y 4 y medio de retirada del carné, realizó la maniobra “en varias ocasiones, empujándo contra el guardarrail derecho” al vehículo en el que iban el niño y otras dos mujeres, “poniendo en peligro” a los ocupantes del turismo y al resto de conductores que circulaban por esa carretera, según la acusación de la fiscal. Las dos mujeres que iban con el progenitor del niño sufrieron diversas policontusiones, de las que tardaron en curarse 45 y 62 días.

Amenazas y lesiones

La presencia de una patrulla de la Guardia Civil puso fin a la supuesta conducción temeraria de los ocupantes del Peugeot y asedio del denunciante, cuyo turismo BMW terminó con ruedas dañadas. La presencia policial no impidió, sin embargo, que el acusado A.F. se fuera hacia su excuñado y las dos amigas que le acompañaban “para amedrentarlos” y decirlos que “los iba a abrir en canal y a quitar los higadillos”, sostiene la Fiscalía, por lo que le acusa de un delito leve de amenazas y exige a la magistrada de lo Penal que le multe con 900 euros. El conductor del BMW en el que iba la madre del menor está acusado de un delito leve de amenazas de muerte proferidas contra el padre del niño, por el que la acusación pública pide una multa de 900 euros. Para la madre del pequeño, V.F., por un delito leve de maltrato de obra, 600 euros de multa.

A comer en Zamora

Los acusados niegan que hubieran urdido un plan tras entregar al niño al padre, como sostiene la Fiscalía. Afirmaron que si siguieron durante tantos kilómetros al denunciante fue porque “tiene antecedentes penales y psiquiátricos, es agresivo e impulsivo” y querían asegurarse de que no haría ningún daño al menor, pero ese día “llovía, se metió en la autovía y no dimos con él”, por lo que decidieron llamar a la Guardia Civil. El denunciante relató una persecución escalofriante mientras se dirigía a España a comer con su hijo.

El tío del menor declaró que todas las maniobras que ejecutaron al pasar la frontera de Alcañices fue para dirigir al padre del menor hasta el punto en el que les esperaba la patrulla de la Benemérita, que estaban a 3 kilómetros de la población zamorana. Incluso, llegó a indicar que el propio conductor del BMW que resultó dañado era quien se iba de un lado a otro de la carretera para chocar contra el Peugeot, que en ningún momento colisionaron contra el vehículo, en el que viajaba el menor de edad, precisamente, porque iba dentro asustado, “llorando”, en la parte trasera, “sin silla ni cinturón”. El conductor acusado de echar al coche del denunciante contra el guardarrailes admitió que se colocó en paralelo, pero para mandarle parar.