Mientras los pueblos más alejados de los grandes núcleos, especialmente los de la zona de la frontera con Portugal, pierden población a paladas, los municipios del entorno de Zamora capital son los únicos que muestran un saldo positivo si se tienen en cuenta los datos de 1961 y los actuales. De hecho, el municipio que mayor ganancia presenta es Morales del Vino, que ha pasado de ser una localidad mediana de 1.199 habitantes hace sesenta años a convertirse en el cuarto ayuntamiento de la provincia, con casi 3.000 censados. Lo mismo sucede con lugares como Roales, que inició la década de los 60 con 446 personas y se va acercando ya paulatinamente a las mil. Otras localidades del entorno de Zamora también crecen, aunque sea de forma más leve, como Moraleja del Vino, de 1.612 a 1721; Arcenillas, de 328 a 420; Villaralbo, de 1.584 a 1.821; o Monfarracinos, de 791 a 967. Todos ellos, lugares situados al pie de la ciudad.

TODO SOBRE LA DESPOBLACIÓN EN ZAMORA

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