Nuevas Generaciones del Partido popular de Zamora asistió este fin de semana a la III Escuela Miguel Ángel Blanco, organizada a nivel nacional por la formación juvenil popular bajo el lema “Tú no te callaste”. 

Durante tres jornadas, los participantes tuvieron oportunidad de participar en foros y cursos sobre la instrucción, oratoria y estrategia política. También contaron con la participación de políticos de primera línea como la portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, el alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida o el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, quien ha manifestado “Venimos a Ermua a homenajear a Miguel Ángel y a 850 víctimas del terrorismo. Por ellas exigimos que Sánchez no pacte con Bildu para seguir en Moncloa ni acerque asesinos”.

La reivindicación

El domingo, como clausura, se desarrolló un emotivo homenaje en Ermua al joven concejal vasco Miguel Ángel Blanco Garrido, donde se ensalzó la figura del edil que comenzó su andadura en política a los veintisiete años de edad, reivindicando un País Vasco en Libertad y que terminó costándole la vida dos años después, tras el angustioso secuestro y asesinato que trajo en jaque a toda España. 

Desde la organización juvenil en Zamora han reivindicado a través de un comunicado el legado de quien desde el año 2017 es el presidente de honor de Nuevas Generaciones, como un ejemplo de lucha por las libertades y de compromiso de los jóvenes con las reivindicaciones de los ciudadanos. 

Asimismo, han manifestado su voluntad de construir una Memoria ligada a la Justicia y de seguir denunciando los comportamientos, acciones, declaraciones e iniciativas que humillan a las víctimas a quienes consideran un referente ético y político por los valores que representan: la defensa de la libertad y del Estado de derecho frente a la amenaza terrorista.

Por último, han condenado lo que consideran un blanqueamiento por parte del partido socialista de Pedro Sánchez de la historia de ETA y de sus herederos, con quienes pactan sin que hayan condenado expresamente la acción terrorista ni hayan colaborado en esclarecer los cientos de casos sin resolver. En este mismo sentido han exigido a los poderes públicos que cesen los homenajes a terroristas, anomalía de la Europa democrática.