Castrillo de la Guareña, Rabanales, Faramontanos de Tábara, Fresno de la Ribera, Barcial del Barco y Cubo del Vino son las seis localidades de la provincia donde a partir de las 18.00 horas de este domingo y durante siete días regirán las restricciones especiales arbitradas por la Junta de Castilla y León para contener los contagios en aquellos puntos que tengan más de 1.500 casos de incidencia por cien mil habitantes, más de diez casos en los últimos 14 días y que los casos a una semana se acerquen o superen la mitad que a dos semanas.

En estos pueblos, además de prolongarse las medidas que la Junta había decidido para toda la comunidad (como el toque de queda a las ocho de la tarde o la prohibición de salir de la provincia), se añaden otras restricciones que en la práctica van a ser el cierre total de la hostelería, incluidas terrazas y de todo tipo de actividades, incluidos comercios, a las seis de la tarde. No afecta esta regla a establecimientos de alimentación, farmacias o gasolineras, por ejemplo, que se consideran servicios básicos.

También se suspende la apertura al público de todo tipo de locales de ocio y cultura, más bien escasos en las localidades afectadas en Zamora, que debido a su pequeño tamaño carecen de cines o salas de exposiciones. Las bibliotecas podrán prestar libros con cita previa.

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, señaló que las medidas ya han sido comunicadas a los alcaldes y que se harán test masivos de antígenos en todos estos pueblos.

No ocultó el dirigente autonómico que hubieran preferido decretar el confinamiento domiciliario, cosa que lo les permite la legislación actual. Tampoco puede la Junta bajar la hora del toque de queda a las seis de la tarde, ya que se pudo establecer en las ocho por entender que el Gobierno permitía hacerlo en horario nocturno.

Eso sí, las restricciones que a partir de hoy afectan a las seis localidades zamoranas mencionadas se podrán ampliar o reducir cada semana, cuando se actualicen datos y se decida en qué puntos son necesarias las restricciones extraordinarias. Menos mal que parece que se está doblegando la curva, aunque la ocupación hospitalaria sigue muy alta.