La parroquia de San Vicente se dispone a emprender obras de urgencia en la fachada norte, con el fin primordial de consolidar el alero de la zona que se corresponde con la capilla de Nuestra Madre. Los andamios se han colocado, pero, explica el párroco, Narciso Lorenzo, están a expensas aún de los permisos, sobre todo de Patrimonio, para comenzar la actuación.

Y es que en principio los trabajos deberían haber sido más sencillos. Se trataba sobre todo de arreglar el tejado de esa parte, debido a que se apreciaba la presencia de humedades en el interior del templo.

Sin embargo, al descubrir la zona, los responsables de la parroquia se percataron de que la estructura del alero se encontraba en mal estado y por lo tanto, urge su reparación. Eso sí, como esta actuación no era la que estaba prevista, ha sido preciso recabar el permiso tanto del departamento patrimonial del Obispado como de Patrimonio de la Junta de Castilla y León ya que el templo tiene partes declaradas como bien de interés cultural.

La ejecución de los trabajos, explica Lorenzo, será también más costosa de lo que estaba previsto inicialmente, un obstáculo más en unos tiempos en los que no sobra precisamente el dinero, ya que los ingresos proceden de los feligreses y la cofradía. “En estos tiempos lo prioritario es la atención a las personas, pero también hay obras como estas que no pueden esperar, porque se trata de evitar riesgos”, indica.