"El tema fundamental que mi padre retrataba con la cámara de fotos era el ser humano, de una forma muy evidente. Lo demás es un poco anecdótico". Así describe el pintor José María Mezquita Gullón las obra gráfica de su padre, José María Mezquita Fernández, base del libro presentado ayer en la terraza mirador del Teatro Ramos Carrión a cargo del propio autor y del músico y poeta Luis Ramos.

Las fotografías pertenecen a la colección que Mezquita padre consiguió con las instantáneas sacadas en la localidad alistana de San Juan del Rebollar, un pueblo en el que recaló recién llegado de Cuba y donde llegaría a ejercer de alcalde hasta los años 40, cuando fijó definitivamente la residencia en Zamora capital.

El premio de las Artes de Castilla y León 2006 ya publicó una primera obra sobre en homenaje a su padre, la primera de su carrera literaria, en base a los recuerdos de José María Mezquita Fernández y los objetos y materiales que pudo reunir de un hombre apasionado por el mundo de la electricidad. De hecho, en Cuba llegó a tener una planta eléctrica que suministraba la luz al pueblo de Yaguaramas.

En 1931 regresó a Aliste, a su San Juan del Rebollar natal, donde siguió cultivando su afición por la fotografía, aunque nunca se dedicó profesionalmente a este oficio. De hecho, ya en la capital, regentó una mercería en la calle Feria.

"Fue una afición, no se dedicó en absoluto profesionalmente a la fotografía. Pienso que cuando él desarrolló toda su inquietud en este terreno dejó de hacer fotografías. Le pasó como a algunos pintores, como Marc Chagall. Lo que le dio fama en París fue toda la obra que hizo recordando su Rusia natal. Una vez se vació de ese mundo interior de recuerdos y nostalgia se limitó a seguir pintando porque era su profesión, tenía un estilo y una técnica, y porque tenía que vivir de la pintura. Mi padre no tenía que vivir de la fotografía".

La base del libro presentado ayer, "Fotografías en San Juan del Rebollar. José María Mezquita Fernández" son las instantáneas registradas en 17 negativos originales de la colección del padre del pintor, a las que ha añadido otras fotos que ya estaban positivadas en papel. Todas ellas se han tratado en estudios especializados de Zamora y Madrid con el fin de conseguir la mayor calidad posible. "Los textos son una referencia al contenido de las fotografías y a la relación con mi padre. Son varios textos cortos, no muy extensos, lo que he considerado suficiente, lo que yo necesitaba expresar y decir sobre esta obra", comenta el pintor, que confiesa que siempre ha tenido inclinación, también por la escritura.

El artista José María Mezquita Gullón nació en Zamora en el año 1946 y estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Su extensa producción abarca desde dibujos y pinturas de paisajes urbanos y rurales, el interior de talleres, comercios, fábricas y viviendas, hasta objetos de la vida cotidiana y también el mundo de la naturaleza. Su obra reciente abarca ámbitos como los testimonios del comercio tradicional zamorano, y últimamente está centrado en un cuadro sobre las raíces, "esas imágenes de la erosión que se forma en la pared vertical de un cauce, por donde se van esparciendo las raíces, materiales vegetales y minerales".