El centro residencial Amor de Dios ha rendido, esta mañana, un sentido homenaje a las víctimas del COVID-19. Mayores y trabajadores han guardado un minuto de silencio y han dedicado sus oraciones a los fallecidos por la pandemia, con un especial recuerdo a todos los sanitarios afectados.

La residencia zamorana no ha registrado ningún caso de coronavirus desde el comienzo de la pandemia, ni entre sus empleados ni entre los residentes. "Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, hemos seguido las indicaciones de Sanidad y hemos mantenido la higiene cada día en todas las dependencias", apunta la directora, Sor Jesusa.

Al principio, la medida más inmediata fue la reducción de las visitas, "dado que esta residencia tiene un régimen muy abierto", añade la directora. Después, estas se suspendieron por completo, y ahora el centro regresa a la normalidad con la colaboración de todos los trabajadores y sin olvidar la importancia de "cuidar la vida y vivirla al servicio de los demás", como ha recalcado Sor Jesusa esta mañana en un discurso muy aplaudido por todos los presentes.