Los vendedores ambulantes han decidido plantar cara al Ayuntamiento de Zamora Pese a que el mercadillo debería volver este próximo martes a las calles del Alto de los Curas, allí no se colocará ningún puesto. Esa es la decisión que han tomado los comerciantes después de que el Consistorio les haya conminado a establecer una reducción del 25% en el número de tenderetes. Una limitación que estos autónomos no están dispuestos a aceptar, al considerar que existe espacio de sobra para que se coloque todo el mundo y cumpliendo siempre con las medidas de seguridad. De esta manera, a veinticuatro horas para el regreso del mercadillo, ambas partes mantienen un pulso que, previsiblemente, terminará con una nueva cancelación de la cita de los martes.

Pedro Jiménez es uno de los portavoces de la asociación de vendedores ambulantes de Zamora y explica que no se dan las condiciones para poder volver a la actividad. "No entendemos por qué tenemos que aceptar esa reducción en el número de puestos si hay sitio para todos y cumplimos estrictamente con las medidas de seguridad", razona este empresario. La realidad, según detalla Jiménez, es que cada uno de los puestos cuenta "con un protocolo de desinfección para cada prenda que se pueda tocar", además de los elementos ya comunes como geles y otro tipo de medidas de protección.

El problema, para los ambulantes, es que no se puede decidir quién se queda fuera. "Somos unos 250 puestos habituales y nos dicen que nos quedemos en 180. ¿Quién dice qué puesto se puede poner y qué puesto tiene que seguir sin vender?", se pregunta. Una situación "muy delicada", tal y como defiende Jiménez, dado que se trata de familias "que viven de las ventas del día a día". Para los ambulantes, el problema se soluciona "cambiando la estructura actual" de disposición de los puestos para dejar más distancia entre ellos, pero nunca a través de la reducción. "Si esa es la postura del Ayuntamiento, nosotros no iremos", concluye.

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