Del total de análisis realizados la gran mayoría, 4.123 dieron como resultado la calificación del agua como apta para el consumo, pero otros 529, casi un 13%, no la obtuvieron. Así en 438 análisis salió que el agua era apta para el consumo pero tenía algún parámetro no conforme, en 80 casos el agua no era apta para el consumo y en 11 presentaba incluso un riesgo para la salud.

La Consejería de Sanidad realiza también el control de la cloración de las aguas. De las más de mil clorimetrías realizadas solo 19 dieron algún tipo de incumplimiento, normalmente por exceso o defecto de cloro y solo en contadas ocasiones se dieron casos de agua no clorada. Zamora está entre las provincias con peores datos de cloración de las aguas, ya que solo el 78% de las iniciales fueron adecuadas. Solo Soria, con el 73,5% está peor que Zamora.

Los datos se refieren a toda la provincia y se basan en la información recabada por los servicios oficiales de la Consejería de Sanidad en las diferentes provincias.

Hay localidades, como la capital, que publica sus propios análisis, que no han dado ningún tipo de problemas de contaminación del agua, perfectamente potable.