El teletrabajo ha llegado para quedarse y lo ha hecho de forma explosiva, rápida y sin la seguridad necesaria. Faltaban recursos en las empresas para su puesta en funcionamiento y todos estos cambios han pillado al sector "con el pie cambiado". Mientras que hace tan solo tres meses el teletrabajo era una opción, ahora se ha convertido en una norma y la recomendación del Gobierno es que se siga facilitando.

Para ello son necesarios equipos y sistemas, pero también seguridad, una parte que se ha dejado olvidada en el gran reto que ha supuesto la adaptación al teletrabajo para las empresas. Después de estos meses, es momento de mejorar esa seguridad, ya que, en estos momentos, tras la paralización de la actividad por el Covid-19, un ciberataque puede dar la puntilla definitiva a una empresa y hacer que se hunda y tenga que cerrar sus puertas.

Es una de las conclusiones de la primera jornada de la Semana de la Ciberseguridad, un ciclo de webinar organizado por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, con el patrocinio de Caja Rural de Zamora y Avenet IT.

"Que un ciberataque te pare la actividad más allá de lo que ya hemos tenido que parar todos para adecuarnos al nuevo escenario, que se vean afectados algunos datos de usuario y que te venga una multa por no haber hecho bien las cosas puede terminar con la continuidad de cualquier negocio", afirmó Alfonso Ramírez, general manager de Kaspersky Lab, uno de los expertos que participaron ayer en la mesa de debate "Ciberseguridad y empresa".

Según los datos que se desprendieron de la jornada, que fue moderada por la directora de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, Marisol López del Estal; antes del decreto del estado de alarma, apenas el 7% de los empleados españoles tenían la opción de teletrabajar. La crisis sanitaria ha obligado a que el 80% de los empleados que han seguido trabajando hayan tenido que adaptarse a las condiciones del teletrabajo.

Esto ha tenido numerosas ventajas, pero también consecuencias negativas como el aumento de los ciberataques, ya que "se han abierto demasiados vectores de ataque que antes no existían". Esto se debe a que, para los ciberdelincuentes, es más fácil acceder a los equipos a través del teletrabajador.

Estos riesgos existen tanto para las grandes empresas como para las pymes, por lo que es necesaria la tecnología, con nuevos equipos y procesos, pero también la formación de las personas en teletrabajo y ciberseguridad y la concienciación, según destacó Vicente González del Pozo, responsable de Desarrollo de Negocio de Avenet IT.

Alejandro Reyeros, de Fortinet, sostiene que la rapidez que se ha precisado para poner en marcha una solución ha hecho que la parte de seguridad "falte y brille por su ausencia", por lo que las empresas tienen ahora que intentar "segurizar" al máximo.

Uno de los ejemplos de adaptación al nuevo sistema es Caja Rural de Zamora, donde antes del estado de alarma teletrabajaba el 3% de los empleados y ahora lo hace el 86%, un cambio que se hizo en tan solo tres días, según explicó Ricardo Barba, responsable de Seguridad Lógica. En este proceso ha sido necesario asentar la seguridad, por lo que Caja Rural ha trabajado en concienciación y se han establecido medidas de vigilancia y control.

Entre los consejos de los especialistas: hacer uso de las soluciones que ofrecen empresas especializas, borrar los correos que parecen sospechosos y proteger las contraseñas o credenciales con doble factor de autenticación. También hay que tener cuidado con los mensajes y llamadas de teléfono falsos y no descuidar la seguridad aunque también se cuente con una póliza de ciberseguridad.

La clave: formación, inversión, concienciación y "estar siempre con la mosca detrás de la oreja".

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