La crisis laboral que emana del estado de alarma decretado por el coronavirus está siendo dramática en la provincia de Zamora. No se pueden edulcorar unos datos que reflejan cómo dos de cada diez trabajadores por cuenta ajena ya han sufrido en sus carnes las consecuencias de un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE). Son casi 6.000 personas las que han sido cesadas o su jornada y salario reducidos en apenas diez días. Y las previsiones no resultan nada halagüeñas. Tanto sindicatos como patronal calculan que esta cifra podría llegar a la mitad de la población ocupada, contratada, de todo el territorio. Esto supondría que el número de afectados por un expediente se aproximaría a las 15.000 personas. Una escabechina.

La fragilidad de la economía de pequeñas y medianas empresas está haciendo mella y sus consecuencias no han hecho más que empezar. Según los datos de la Junta de Castilla y León, hasta la jornada de ayer, el número de empresas en presentar un ERTE supera ya las 1.600 en el conjunto de Zamora. Todo esto, después de diez días desde que los trámites para abordar los expedientes se flexibilizaran por parte de la administración. Esto afecta a casi 6.000 trabajadores en toda la provincia, lo que supone una cifra cercana al 20% de los empleados por cuenta ajena.

Y es que, cabe recordar que en estos datos de ERTE no están representados ni los trabajadores públicos ni los autónomos, por lo que la situación es incluso más complicada de lo que se puede desprender de una estadística que tiene en cuenta solo el número de ocupados. Según la última Encuesta de la Población Activa (EPA), en la provincia de Zamora existen actualmente unas 64.000 personas con empleo. De ellas, sin embargo, habría que restar los 10.912 funcionarios que figuran en la Estadística del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas y los 16.636 empresarios que están dados de alta en el régimen de autónomos de la Seguridad Social. A partir de esa cifra, que ronda los 36.000 trabajadores, es de donde habría que comenzar a contabilizar el impacto de los expedientes temporales.

Tanto los sindicatos como la patronal, además, reconocen que la crisis laboral no ha hecho más que empezar y que no son pocas las empresas que tienen ya los ERTE encima de la mesa a falta de presentar, que ya han sido presentados pero aún no figuran en las estadísticas de la Junta de Castilla y León o que, simplemente, pueden aguantar un poco más, pero no mucho. La cifra, vaticinan, "subirá como la espuma" en las próximas jornadas y el peor de los escenarios dicta que el 50% de los trabajadores por cuenta ajena pueden verse afectados por un expediente.

La situación, sin predecentes, mantiene en jaque a todas las partes de la balanza laboral, que esperan ayudas para poder salir de este bache.