La principal razón de reducir a la mitad la oferta del transporte de viajeros tanto ferroviario como por carretera es tratar de mantener la seguridad para los ciudadanos y evitar su contagio. Las empresas de autobuses y Renfe procurarán la máxima separación posible entre los viajeros, además de implementar otro tipo de medidas encaminadas a minimizar todo lo posible esa posible transmisión. Así, la operadora estatal de trenes ha anunciado que, en línea con las medidas ya conocidas en España sobre el cierre de bares y restaurantes, y en consonancia con otras fórmulas que tratan de reducir el riesgo de contagio, suspenderá temporalmente en todos sus trenes los servicios de cafetería, bar móvil, restauración a bordo, distribución de prensa y auriculares. Igualmente, permanecerán cerradas todas las salas club de las estaciones.

Además, los servicios de transporte de viajeros han anunciado también que tomarán especial cuidado a la hora de limpiar y desinfectar vehículos y convoyes. En el caso de Renfe, se desinfectarán todos los elementos con mayor riesgo de transmisión (pasamanos, pulsadores de apertura y cierre de puertas de acceso, de intercomunicación y de baños, WC y apoyabrazos), así como cabinas de conducción, limpieza de sólidos y reposición de elementos higiénico sanitarios.