"Hay muchas vírgenes bonitas, pero la Soledad es diferente. Las hay preciosas, expresivas, vírgenes maravillosas, pero esa cara, esa bajada de ojos, esas manos, eso es ella, y ha despertado algo en mi. Sin ser beata, la tengo como compañera, está a mi lado, es como si me protegiera un poco"

Una escritora riojana residente en Cornellá, al lado de Barcelona que conoció a la Virgen de la Soledad por un reportaje de televisión. Es la curiosa historia de la encargada de pronunciar, este año, la Exaltación Literaria a la Virgen de la Soledad, Alicia Lakatos. El acto empezó media hora tarde debido a que la organización había convocado a las 19.30 en su cartelería, pero había indicado a las 20.00 horas a la parroquia, de ahí que la encargara de la apertura del templo se presentara con 25 minutos de antelación. El retraso no se debió, por tanto, a la incidencia que tuvo la responsable de abrir la iglesia sino que es achacable al desajuste horario de la propia cofradía.

Lakatos relató su experiencia personal con la Virgen de la Soledad "estando a cientos de kilómetros de aquí como estoy, porque vivo en Barcelona. La descubrí por casualidad hace dos años viendo un reportaje y me impresionó de una manera increíble".

El año pasado estuvo en Zamora viviendo la Semana Santa de la capital, y entabló relación con los semanasanteros. "Yo no soy especialmente creyente pero esta Virgen tiene algo que a mi me llegó al corazón. Entonces me dijeron que si quería ser yo la que pronunciara la exaltación literaria, y yo por mi encantada".

De hecho, tuvo ocasión, por una de esas casualidades de la vida, de salir en la procesión del Sábado Santo: "Fue un honor inmenso", confiesa la escritora, que incluye a Zamora en la trama de la quinta novela que escribe.