"La tecnología, aplicada a la inteligencia artificial, permitirá crear 'pancreas' que podrán tomar decisiones sin la intervención del paciente". Esta es una de las opciones que se abre de cara al futuro para los enfermos de diabetes gracias a la investigación que están desarrollando los expertos en la materia, según expuso la doctora Teresa Gil Rivas, jefa de servicio de Pediatría del Hospital Virgen de la Concha, durante su intervención en las jornadas Infosalud, organizadas por la Fundación Científica Caja Rural de Zamora.

En ese sentido, Gil incidió en los avances tecnológicos que se han producido en los últimos años, sobre todo en lo referente "al control metabólico de los pacientes con diabetes tipo uno", aunque también se ha abierto "un campo de aplicación para los que padecen el llamado tipo dos.

Del mismo modo, según la jefa de servicio de Pediatría del Complejo Asistencial, esta evolución desde el punto de vista tecnológico también afecta a la diabetes infantil y al control que pueden ejercer los padres sobre el estado de salud de sus hijos. Concretamente, Teresa Gil se refirió a la existencia de dispositivos para medir los niveles de glucemia de los pequeños y rebotar los datos a tiempo real a los teléfonos de sus familiares a través de una aplicación para móvil: "Es mucha información que hay que procesar", advirtió la profesional.

En cuanto a la realidad actual de la patología, Gil lamentó que se está produciendo "un aumento en la aparición de diabetes infantil", aunque también recordó que "se ha avanzado muchísimo" a la hora de "ofrecer herramientas para conocer más la enfermedad y tener una calidad de vida muchísimo mayor que hace años".

Asimismo, en lo que se refiere a los casos infantiles, "las familias están más alerta ante los síntomas", que pueden detectarse si se percibe que los niños "beben mucha agua o se hacen pis por la noche". A lo que todavía no se ha llegado es a una detección previa: "La diabetes es una enfermedad autoinmune, complicada y de la que todavía desconocemos muchas cosas", reconoció Gil.

Finalmente, la experta en la materia reconoció que, aunque se trata de incidir en las posibilidades de llevar una vida normal, todos los controles que requiere la enfermedad generan una cierta "ansiedad". Serán los avances tecnológicos los que puedan limitar esa sensación, y es que, en lo referente a una cura definitiva para la patología, Teresa Gil es clara: "Todavía estamos lejos".