La Consejería de Sanidad trabaja en un plan piloto para formar a los vecinos de los pueblos más deshabitados de la provincia con nociones básicas en primeros auxilios de cara a que sean los propios residentes los que puedan atender a un posible enfermo mientras llegan los efectivos sanitarios. Una idea que, temen los sindicatos, esconda otra realidad: que los vecinos empiecen a sustituir a los profesionales sanitarios en las zonas más aisladas. Algo, explica Jerónimo Cantuche, de la Federación de Servicios Públicos de UGT, que "es inadmisible".

El plan, que se ha puesto ya sobre la mesa en la provincia de Palencia y que "va a ampliarse al resto de la comunidad" según los primeros indicios, ha encontrado la denominación de Soporte Vital Social. Con una formación previa, serían los vecinos los encargados de los primeros cuidados ante una lesión. La formación sería, indican los sindicatos según las primeras informaciones disponibles, voluntaria. Se extendería también el sistema de pulseras de avisos a los pacientes crónicos y mayores de todos los núcleos rurales que estén dispersos por el territorio.

Los profesionales estarían repartidos de la misma manera que comenzarán a estar en Aliste a partir de ahora: en Centros Rurales Agrupados que asumen las funciones de varios núcleos de población. Si una persona con pulsera tiene un problema se avisará a los "voluntarios" más cercanos y a los profesionales sanitarios, que partirían para la vivienda del afectado.

Cantuche asegura que la Federación de Servicios Públicos de UGT ve "con buenos ojos" que la Consejería de Sanidad forme a los vecinos para casos de extrema emergencia, pero subraya que "no se puede permitir" que esta formación tape una extrema tardanza de los servicios de urgencias. A mayores de la formación "es importante desarrollar un mapa sanitario adecuado en el que cualquier localidad se encuentre a menos de media hora de un centro sanitario que atienda urgencias. Que formen a las personas está bien. Que las formen con el objetivo de tapar carencias, no", resume Cantuche. "Hay que llevar la asistencia sanitaria al lugar en el que residen las personas y no desmantelar la asistencia rural, algo que está sucediendo", dicen las mismas fuentes.

Las primeras críticas a este sistema han llegado desde Palencia. La semana pasada la Consejería de Sanidad de Castilla y León defendió que la zona de Barruelo de Santullán, en la provincia palentina, dispone de una "atención urgente adecuada" y apostó por implantar el proyecto de actuación comunitaria mediante geolocalizadores para ayudar a pacientes que viven solos.

La Consejería de Sanidad, mediante un comunicado, ha asegurado que la población de la zona de salud de Barruelo de Santullán está "perfectamente atendida" en cuanto a asistencia sanitaria urgente se refiere. Ha argumentado en este sentido que están dentro de las isocronas del PAC de Aguilar de Campoo (16 minutos), de la UME de Cervera de Pisuerga (25 minutos) y del helicóptero de Emergencias de Sacyl ubicado en Burgos (27 minutos).

El director técnico de Atención Integral de Urgencias y Cuidados de Sacyl, Pedro Arnillas, ha explicado sobre la situación en Barruelo que, como la asistencia es correcta y lo que se ha detectado es un problema de cierta inseguridad por parte de la población, se ha decidido mejorar las prestaciones actuales. Como novedad se ha propuesto poner en marcha un proyecto de actuación comunitaria en núcleos rurales especiales, "totalmente separado de la asistencia sanitaria", consistente en desarrollar la idea de que la primera respuesta ante una situación de urgencia ha de ser proporcionada por las personas que se encuentran más cerca, tal y como se lleva a cabo en todo el mundo. El modelo, dice la administración, ya se usa en países nórdicos.