Sin prisas pero sin pausas. Los encargados de gestionar el millonario legado de los hermanos Crespo Rodríguez se marcaron esta pauta como mejor forma de llevar a buen puerto el encargo de Encarnación en su testamento. Y lo han conseguido, ya que está a punto de abrir sus puertas en el zamorano barrio de San Lázaro el remodelado edificio de la calle Obispo Nieto que albergará las nuevas viviendas tuteladas de Asprosub, además de un local para llevar a cabo otras actividades de carácter social.

Corría el mes de abril de 2013 cuando este diario daba la noticia de la constitución de la Fundación Antonio y Encarnación Crespo Rodríguez que dejó un importante legado para fines sociales. Dejaba la casa familiar del número 20 de Obispo Nieto, un par de solares en Zamora y otro inmueble en Bilbao valorados en 485.000 euros además de 321.000 euros en Banco Ceiss y participaciones en fondos de inversión por valor de más de un millón de euros. El montante total de la herencia, que superaba los 1,9 millones de euros debía servir para la "asistencia social, mediante la promoción y atención a las personas en riesgo de exclusión por razones físicas, sociales o económicas" de manera que tengan cubiertas sus necesidades vitales". Y encargó el desarrollo del proyecto al albacea, el abogado Pedro Martínez de Paz, que constituyó la Fundación, al frente de cuyo patronato se situaba Félix Gómez, que trabajó en el sector bancario.

La Fundación se puso manos a la obra y fue dando los pasos necesarios para reformar por completo el edificio de la calle Obispo Nieto. "Es prácticamente nuevo, salvo las paredes exteriores", cuenta Pedro Martínez de Paz. Han quedado cuatro viviendas totalmente nuevas, con el equipamiento básico de la cocina, telecomunicaciones y puestos informáticos, además de ascensor. El inmueble dispone además de un local de 180 metros cuadrados apto para desarrollar actividades como cursos y talleres y un patio exterior de 200 metros cuadrados.

Pero el edificio es sólo un medio para llegar al fin de ayudar a las personas necesitadas, y ahí es donde se ha buscado la colaboración con otra Fundación, Personas (Asprosub), de experiencia acreditada en este campo. Los dirigentes de ambas Fundaciones se entendieron a las mil maravillas y, como refrenda también el presidente de Asprosub, Patricio Santana, se están ya con los últimos "papeleos" previos a poder utilizar el local.

"Para nosotros ha sido una carga de trabajo, pero también una satisfacción haber logrado realizar el mandato de los hermanos Crespo, la ayuda a personas en riesgo de exclusión por cualquier concepto, gracias a la colaboración de una entidad de una trayectoria implacable, como es Asprosub", señalaba Martínez de Paz.

"Son viviendas tuteladas, para los usuarios de Asprosub que el equipo técnico del centro considere adecuado, ya que les permitirá llevar una vida normalizada después del trabajo diario en el centro. Y también servirán de respiro familiar, para personas que no tengan donde dejar temporalmente a su hijo o hija porque les surja algún problema", indicaba Patricio Santana a este diario.

Para esta próxima primavera seguramente esté ya funcionando esta nueva dotación social nacida del altruismo de una acaudalada, pero generosa, familia.