Columnas y capiteles del convento de San JerónimoColumnas y capitelesconvento de San Jerónimo, un sarcófago, una pila y un sinfín de elementos pétreos, que suman más de un centenar forman el lapidario instalado en el almacén municipal situado en una de las conocidas como naves de Renfe, presentado esta mañana por el concejal de Turismo, Cristoph Strieder.

La localización de algunas de estas columnas y el debate sobre si habían desaparecido o no de los jardines del Castillo generó cierta polémica política años atrás, aunque ahora se demuestra que algunas de ellas están, efectivamente, desmontadas y sin uso ornamental en la ciudad. Por su parte, el sarcófago apareció con motivo de las obras de adaptación de la casa que sirve de albergue de Peregrinos, en la Cuesta de San Cipriano.

La mayoría de estos restos aparecieron durante las obras del Castillo y de remodelación de los jardines, aunque hay elementos localizados en otros puntos de la ciudad. Unas históricas piedras que se han ido acumulando a lo largo de los años, hasta que el Ayuntamiento ha decidido meterse a la tarea de documentar cada una de ellas y colocarlas convenientemente organizadas en unas grandes estanterías industriales.

De momento las piezas de interés arquitectónico o arqueológico podrían exponerse en alguna instalación adecuada para ello, aunque está descartada la idea de repartirlas por rotondas y jardines, como se hacía antaño, debido a la posibilidad de deterioros y robos, además de quedar totalmente descontextualizadas.

Además de estos restos, en el entorno de la nave se encuentran otras muchas piezas, como balas de cañón, también procedentes del castillo o los antiguos indicadores monumentales que se pusieron no hace tantos años para señalizar los monumentos y que consistían en una gran pieza de granito con una placa metálica explicativa, y que fueron sustituidos por los actuales "mupis".