En la primavera del pasado 2019, tras ser cuestionadas por la ausencia de actividad de la Fundación Ortega Marañón, fuentes del equipo de Gobierno de la Diputación Provincial, citaron entre las causas de este problema la ausencia de un relevo para el impulso que, en su día, dio Miguel Ángel Mateos al proyecto. El historiador zamorano puso mucho empeño en que la institución llegara a la ciudad, e insistió especialmente desde que fue elegido concejal en el Ayuntamiento de la capital en el año 2007.

De hecho, ya durante esta etapa previa a la llegada de la Ortega Marañón, Mateos se refirió en repetidas ocasiones al "impulso económico y cultural" que la institución supondría para la ciudad, y aseguró que su implantación con una sede fija en la capital constituía "un horizonte importante" para Zamora.

Del mismo modo, una vez la Ortega Marañón se instaló en la ciudad, Mateos ejerció como representante de la institución y participó, como docente, de la formación recibida por los alumnos americanos a partir de la primavera del año 2015. Su ausencia de un tiempo a esta parte, por motivos personales, ha venido acompañada del descenso de la actividad y del previsible cierre.