"En Zamora votar a Podemos es tirar el voto". Esta frase, repetida varias veces por el PSOE a lo largo de la campaña -desde la visita de Emiliano García-Page al mensaje de cierre de campaña del senador José Fernández- para movilizar el voto de izquierdas, puede resumir lo que sucede en las circunscripciones pequeñas con el reparto de escaños. En Zamora más de 15.000 electores han dado su apoyo a formaciones que no han conseguido diputado. Aunque el voto está ahí sí que es cierto que no ha servido para nada a la hora de configurar el nuevo reparto de fuerzas.

La formación más perjudicada en la provincia ha sido Unidas Podemos. Los de Alejandro Rodríguez cosecharon 6.897 sufragios el pasado domingo, votos que no se han traducido en nada y que son directamente desechados por el sistema electoral.

Ciudadanos, que sí consiguió diputado en abril, ha visto ahora como los 6.754 zamoranos que votaron a José Antonio Bartolomé Cachón se quedan "huérfanos" en el Congreso de los Diputados. Fuera de los cinco principales partidos, como sucede a nivel nacional, aparece Pacma, primera fuerza extraparlamentaria. Los animalistas han convencido a 410 personas en Zamora.