Es un proyecto ambicioso, pero ya tienen mucho camino recorrido. Los expertos Pedro Javier Cruz y Beatriz Sánchez están elaborando un minucioso catálogo que pretende englobar todas las denominadas "piedras sagradas" que se encuentran en los rincones de las provincias de Zamora, León y Salamanca. Un proyecto apoyado por la Junta de Castilla y León y cuyo objetivo es "catalogar, difundir, estudiar y poner en valor" esos lugares que muchos vecinos consideran "mágicos", donde las rocas son auténticas protagonistas de leyendas, ritos o costumbres ancestrales.

Este fin de semana la pareja de estudiosos quiso reunirse con aficionados de estos lugares para que les transmitieran la existencia de nuevos puntos en la provincia. "Queremos aportar lo que nosotros sabemos, pero, sobre todo, que la gente también nos aporte lo que conoce de su pueblo, de sus piedras, y lo que piensan de todas estas costumbres", explica Cruz.

"Hay una información de partida que es muy interesante, pero también hay cosas que no están en los libros o en los artículos de estudiosos y que la gente conoce. Nos apetecía tener esa transferencia de conocimientos", justifica el experto sobre esta jornada, que se desarrolló en la biblioteca del Museo Etnográfico de Castilla y León bajo el título "La memoria de las piedras. Cultura popular e imaginarios en torno a las piedras sagradas de Castilla y León".

De esta manera, se les quiere otorgar un valor especial a estas piedras "que forman parte de nuestra cotidianidad, de nuestro universo, ayudándonos a construir nuestra identidad". Son los hombres, mediante rituales y creencias, los que han otorgado ese componente misterioso y legendario, infiltrándose en la cultura popular, que ahora intentan "recuperar" a través de este tipo de encuentros con gente anónima interesada en estos temas. ´Se realizó, por tanto, un taller eminentemente participativo, donde se puso en común lo que se sabe de diferentes ritos o costumbres que tienen a las piedras como actores principales.

Además, si hace un tiempo las piedras sagradas eran las grandes olvidadas de la cultura popular, en los últimos años se ha intensificado el interés por ellas. Y se ha logrado desde dos frentes, como señala Pedro Javier Cruz. "Por un lado está la vertiente del a investigación, puesto que hay gente que se ha puesto a darle vueltas a este tipo de piedras, después de que fueran estudiadas en el siglo XIX, sobre todo desde Portugal y Francia", recuerda. Un época que pasó de moda "porque los arqueólogos e historiadores se dedicaron más a los dólmenes o los castros", pone como ejemplos.

Por otra parte, con la entrada del siglo XXI regresó este interés, seguramente debido a que "empezaron a ver en este tipo de piedras la génesis y un origen prehistórico en muchas de las manifestaciones".

La otra rama del interés emana de aficionados anónimos "que pasea por el campo y siente curiosidad por estas piedras". Una afición que Cruz agradece puesto que además, con las nuevas tecnologías es más sencillo difundir toda esta nueva información a través de blogs y redes sociales. "Les han empezado a llamar la atención, han comenzado a leer sobre ello y muchos se acuerdan de las historias de sus abuelos", asegura el experto.

Precisamente, esa conexión familiar con el pasado es un ancla a la que aferrarse. "La gente se está preocupando de que todo esto no se pierda y lanzan mensajes a través de las redes para que no se olvide y pueda pasar a las siguientes generaciones", valora Cruz, quien también asegura que esta tendencia es muy positiva para sus actuales estudios. "La gente lo está poniendo en valor colgando fotos y noticias, así que nos encontramos con un gran caudal de información, aunque luego tendremos que comprobarlo", aprecia. Un nuevo hobby que a los investigadores les supone un auténtico "punto de apoyo" y una valiosa información de partida para sus trabajos actuales sobre las piedras sagradas.