El constructivismo del escultor Carlos Evangelista brilla con luz propia en la Bienal de Florencia. El artista participa en la duodécima edición invitado por la organización con una única pieza bautizada con el nombre de "Encuentros". La obra, integrada por dos grandes cuadrados de acero lacado en rojo de grandes dimensiones realizada este verano, supone un homenaje al cubo y en ella "el vacío se revela como el principio elemento vertebrador" donde "combina de forma magistral el orden riguroso y el equilibrio armónico de los ritmos con una estricta realización técnica", figura en el catálogo editado por la muestra.

La presencia en esta bienal "es un paso más en mi carrera de 50 años y estoy satisfecho porque viene de la mano de la propia ciudad que es la que convoca a los artistas a través de un representante o comisario", asevera el escultor.

La pieza se encuentra a la entrada de una amplia sala de la Fortezza da Basso y está rodeada por obras muy variadas, desde arquitectura, pintura, escultura, diseño, instalaciones y performances, procedentes de 70 países de todos los continentes. "Al ser unas naciones tan diferentes hay un poco de todo y he visto creaciones realmente interesantes", concreta Evangelista que remarca que su obra "es la única pieza de este estilo que hay en escultura".

De manera paralela el escultor, que obtuvo el primer premio de la Bienal de Zamora de 1971, presenta una serie de obras de manera individual en la galería Kreisler de Madrid. En "Variaciones modulares" reúne quince cuadros de varios tamaños y cuatro esculturas que tiene en común el punto de partida, el cuadrado. A partir de esta figura "voy creando una serie de módulos que se van entrelazando entre ellos", describe.

En las piezas de pared ha optado por líneas rectas conformadas por seis o siete segmentos de madera y ha variado ligeramente la paleta de colores sin perder su esencia. Ahora se ha decantado por óleos "rojos, amarillos o azules situados sobre un soporte de negros o grises para darle más alegría a las obras", comenta el artista que ha expuesto de manera individual y monográficamente en distintos museos, instituciones públicas y galerías de España y el extranjero sin olvidar ferias internacionales

En el caso de las esculturas, Carlos Evangelista juega con los cuadrados y utiliza "los negros excepto en una pieza a la que le he dado una pátina azul en contraposición con el color que domina la obra colgada", concreta sobre su regreso a la sala madrileña al tiempo que menciona la exposición retrospectiva que quiere realizar en Zamora desde hace tiempo y que no logra materializar.