"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.", decía Jorge Luis Borges. Un lugar especial donde se acumula el saber que el hombre ha ido descubriendo a lo largo de los siglos. Templos del saber, las bibliotecas han celebrado, como cada 24 de octubre, su día mundial, una efeméride en la que se recuerda la fatídica fecha en que la Biblioteca Nacional de Sarajevo fue reducida a polvo y cenizas por la guerra.

Durante esta jornada, se ha hecho balance del último año. Un año en el que ha quedado demostrado que la Biblioteca Pública de Zamora cuenta con buena salud. Así lo ha confirmado la delegada territorial de la Junta de Castilla y León, Clara San Damián, que ha ofrecido además datos. 804 visitantes diarios, lo que supone más de 240.000 personas al año. Cifras a las que se unen las 816 nuevas altas de socios que se tramitaron en 2018 (420 adultos y 396 infantiles). En total, ha asegurado, junto al director del centro, Jesús Portales, 138.000 préstamos, no solo de libros, sino de revistas, videos o sistemas telemáticos de acceso a base de datos.

San Damián ha aprovechado además el acto para invitar a todos los zamoranos a disfrutar "de un servicio para todos. Hay que perder el miedo a venir a la biblioteca pública", ha dicho.

Durante todo el día, empleados de la biblioteca han estado además ofreciendo información y asesoramiento en una caseta instalada en la plaza de la Constitución. También se ha organizado una yincana en la que se ha podido recorrer y descubrir diferentes elementos arquitectónicos de la ciudad y que terminaba en la propia biblioteca donde los participantes han recibido un tesoro como premio. Por su parte, y dentro de los actos organizados, el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo ha donado casi dos mil libros al Centro Coordinador de Bibliotecas. Unos volúmenes que incluyen tanto obras de carácter científico y divulgativo como de temática zamorana.

Pero este no ha sido el único acto del día. A las 12.30 horas de la mañana la poeta Maribel Andrés Llamero,ganadora del XXXIV Premio Hiperión de Poesía, se ha reunido con alumnos de distintos institutos para hablarles de su último libro, "Autobús de Fermoselle". Un encuentro en el que la autora les ha explicado qué significa la poesía para ella. "Leer y escribir poesía me ayuda a entender las cosas, no de una forma racional, sino visceral. Entiendo con el cuerpo cosas que han pasado". Por eso, ha explicado "nunca les permito a mis alumnos que digan que no les gusta la poesía porque sería como decir que a alguien no le gusta la música. El problema es que desconoces el estilo que más te gusta".

La jornada ha terminado con dos visitas guiadas a la biblioteca en las que los visitantes han podido descubrir rincones poco conocidos del centro y donde diferentes personas de cuentos han acompañado a los visitantes durante el recorrido, mientras descubrían, por ejemplo, algunos de los ejemplares más antiguos con los que cuenta el centro. El broche final para un día repleto de cultura en el que las bibliotecas han sido las protagonistas.