Fue tan solo un gesto, pero su iniciativa fue el germen de un cambio de conciencia mundial. En agosto de 2018, Greta Thumberg decidió protestar frente al parlamento sueco en favor de una política eficaz y clara contra el cambio climático. Su tesón ha sobrepasado fronteras y se ha expandido por todo el mundo. Daniel Ratón es miembro y portavoz de 'Fridays for Future' (viernes por el cambio) en Zamora, el movimiento que Thumberg abandera.

-¿Cómo surge la idea de crear una delegación de 'Fridays for Future' en Zamora?

-La idea surge de cinco personas. En mi caso, llevaba mucho tiempo planteándome ser parte de una asociación ecologista y no conocía ninguna en Zamora que me interesase. Me puse en contacto a través de las redes sociales con varias personas y decidimos hacer algo al respecto. En ese momento se empezó a hablar mucho de Greta Thunberg (la impulsora del movimiento). Y así acabamos fundando la organización en la ciudad.

-¿Siempre ha sentido esta preocupación y responsabilidad por el medioambiente?

-Empecé porque me importaba el cambio climático. Siempre he reciclado en casa, pero según me fui metiendo en materia política, empecé a ver diferentes vertientes, conocí el movimiento ecologista y empecé a investigar sobre ello. Eso me llevó a estudiar lo que dicen los científicos. Nosotros como ecologistas no nos queremos inventar la argumentos, queremos basarnos en la ciencia.

-Se trata de un movimiento que se empezó a gestar entre la más joven, estudiantes principalmente. ¿Por qué cree que sintieron esa necesidad de alzar su voz contra el cambio climático?

-El movimiento ecologista empieza en los años setenta con fuerza, tras muchos años de debate desde el siglo XIX, pero nunca se le dio la importancia que tenía. Siempre hablo del siglo XXI como el siglo del movimiento ecologista y el movimiento verde. Al movimiento feminista, poco a poco, ya se le está haciendo caso en las instituciones, pero el movimiento ecologista no ha tenido esta suerte y es el momento de una reacción a favor de las acciones verde

-¿Cuántas personas formáis parte de la asociación en Zamora?

-Oficialmente estamos alrededor de unas cuarenta personas. Desde la gran manifestación de mayo hemos parado un poco por el tema de exámenes, pero regresaremos en septiembre con nuevas movilizaciones y protestas. En 'Fridays for Future' tenemos una jerarquía horizontal. Todas las ciudades son independientes entre sí, pero se mantienen entrelazadas. estamos creciendo y ya tenemos una plataforma también Toro.

-¿Estamos asistiendo a un cambio de conciencia en la población, sobre todo entre la gente más joven?

-La gente joven tiene una ventaja que la gente más mayor no tiene, y es la accesibilidad a las redes sociales y a los medios de comunicación digitales. La divulgación científica en redes es enorme y tener acceso a ese conocimiento genera una conciencia que las generaciones más mayores no notan. En Zamora, sin embargo, tenemos la suerte de que buena parte de la gente que forma la Plataforma por la Emergencia Climática, de la que formamos también parte, son gente de adulta. Eso es importante porque significa que no solo los jóvenes están tomando conciencia de la situación.

-¿Cuáles son las principales reclamaciones que hace 'Fridays for Future'?

-En Zamora exigimos, como primer paso, la declaración de la emergencia climática. También pedimos que esta propuesta la apoyen todos los grupos políticos. No queremos que se quede en mera palabrería. Debe y tiene que ir acompañada de acciones concretas.

-¿Y cuáles serían esas acciones?

-La primera, y esencial, es que entre el 2035 y el 2040 las emisiones de efecto invernadero en Zamora sean cero. Desde la instituciones públicas se puede hacer mucho y de hecho ya se está trabajando en que los autobuses sea muevan por energía eléctrica. También proponemos la adaptación de la ciudad a la emergencia climática que se está viviendo. Hay diferentes informes, como el que ha presentado la ONU, que nos advierten del dramático cambio climático que estamos sufriendo. Por eso, las ciudades se tienen que ir adaptando a esta situación en lo que a infraestructuras se refiere. Hay que potenciar las zonas verdes y la replantación. Hay que trabajar además en la movilidad sostenible. Y no solo hablo de las energías fósiles y renovables, también hay que dar prioridad al peatón. Hay que reducir también la velocidad en la ciudad. Y como último pilar, es imprescindible que aumente la participación ciudadana democrática. Es importante que todos los ciudadanos tengan conocimiento de los proyectos que lleva a cabo el Ayuntamiento y puedan ser partícipes de ellos. Hay que intentar potenciar las plataformas ciudadanas en temas de medioambiente.

-¿Os habéis reunido con el Ayuntamiento de Zamora? ¿Qué respuesta habéis tenido por su parte?

-Hemos hablado con el alcalde, Francisco Guarido, y con el concejal de Medioambiente, Romualdo Fernández. Las dos reuniones han sido muy productivas. Guarido nos ha prometido que declarará la situación de emergencia climática en la ciudad y nos ha pedido que participemos en el aparato municipal con otras agrupaciones ecologistas.

-Se suele hablar de las consecuencias que tiene el cambio climático a nivel mundial, pero ¿cuáles serían a nivel local?

-Las consecuencias son todas a nivel global, aunque una ciudad no toma conciencia de sus acciones, repercute en todo el planeta. Pero a nivel local se puede ver por ejemplo en las cosechas, que se han reducido drásticamente por una sequía que vivimos. El problema no es que haya habido una sequía, porque eso siempre ha sucedido, el problema radica en su incidencia y fuerza en la actualidad. Lo que estamos sufriendo son desastres climáticos más graves que los que han ocurrido a lo largo de toda la historia en el mundo. Todo nos acaba afectando a nivel local, no nos podemos olvidar de ello.

-El cambio climático, por tanto, es un problema global. ¿Qué puede hacer cada uno en su cada, a nivel individual, para frenarlo?

-A nivel personal se pueden hacer muchas cosas. Si bien siempre apelo a las instituciones y las empresas, nosotros como consumidores debemos tomar conciencia del problema y actuar. Hablo siempre de tres pilares fundamentales. El primero es la movilidad de los ciudadanos, que debe ser cuanto menos contaminante, mejor. Es mejor hacer el transporte a pie, y si no es posible, en bicicleta. Zamora es una ciudad perfecta para esto ya que siendo pequeña se debe facilitar el desplazamiento en este medio de transporte o también en patinete. Es importante también la buena categorización de residuos. Qué nosotros como ciudadanos potenciemos esa economía circular que tanto se reclama.

-¿Y cuál sería el tercer pilar?

-El tercer pilar se basa en participar activamente en la política municipal de cara a obtener beneficios en contra del cambio climático. No podemos desentendernos de la política y hacer cosas por nuestra cuenta sin tener en cuenta el aparato que hace funcionar todo. Nosotros debemos ser los primeros en tomar conciencia del problema, y debemos estar informados.

-¿Está la población más concienciada ahora que hace unos años? ¿Son los zamoranos más ecológicos ahora?

-Es cierto que la gente ahora está más concienciada. A pesar de ser una ciudad envejecida, lo que significa normalmente cierto retraso a la hora de obtener resultados, tenemos la suerte de que la gente, quizá porque haya mucho espíritu agrario, está muy concienciada con el ecosistema y su defensa. En Sanabria, por ejemplo, se han organizado una serie de brigadas de limpieza por la mala gestión de residuos que hay, una iniciativa de los más inspiradora.

-¿Estáis ya pensando en nuevas movilizaciones contra el cambio climático? ¿Cuáles son vuestras próximas reivindicaciones?

-El 27 de septiembre será la cuarta manifestación global por el clima. Se va a hacer en todas la ciudades del mundo, incluida Zamora. Queremos que esta protesta llegue incluso a más gente que la última.

-En los últimos meses se han abierto varios negocios de productos sostenibles y a granel en la ciudad. ¿Significa esto que empieza a haber un cambio en la forma de consumo de los zamoranos?

-Nosotros proponemos un consumo responsable, por eso es importante que existan tiendas donde se pueda comprar a granel, porque ahí se adquiere exactamente se necesita, sin tirar nada. En Zamora veo mucha esperanza porque somos una pequeña ciudad, y si bien es más difícil que la población responda positivamente, es más fácil llegar a más gente debido a su tamaño.

-Hace poco, un estudio finlandés aseguró que el cambio climático no existe, que es una invención. ¿Qué les respondería a quienes lo niegan?

-Los negacionistas son como los terraplanistas, algo residual. No todo el mundo puede tener la misma opinión y pensar lo mismo, pero poco a poco va calando entre la gente la preocupación por el cambio climático. Cuando leí el "Laudato si'" del Papa Francisco, una encíclica en la que hablaba del ecologismo donde hacía una llamada a los jóvenes, las instituciones y las empresas a ser más verdes, me di cuenta de que la Iglesia Católica apoya este movimiento de lleno. De hecho, san Francisco de Asís fue uno de los primeros ecologistas del medievo en cuestiones de filosofía, mientras que el papa ha sido el primer dirigente de una institución grande que ha declarado la situación de emergencia climática, aunque fuese de forma simbólica. Fue entonces cuando empecé a informarme y a reivindicar que se tomase conciencia en el resto de instituciones.Y es que lo que los políticos deben hacer no es hacernos caso a nosotros, sino a los científicos. Nosotros somos meros activistas que damos voz a estos hechos. Ahora mismo el ayuntamiento nos apoya con esta declaración de emergencia que esperamos que vaya acompañada de acciones.

-Aún hay muchas personas que piensan que esto de reciclar es un invento, qué cuesta mucho trabajo tener tantos cubos diferentes en casa y que no tiene ninguna utilidad porque al final toda la basura se acaba juntando...

-Nadie dijo que la vida fuera fácil. Reciclar y reutilizar es algo que se ha hecho siempre. Antes se intentaba dar a las cosas un nuevo uso y tirar lo menos posible. Desde la Segunda Revolución Industrial, estamos inmersos en una espiral consumista. Hace unos días salió la noticia de que ya habíamos consumido todos los recursos naturales del planeta para este año. Y es que ese consumismo nos hace generar una cantidad de residuos por persona casi industriales. Reciclar es por tanto fundamental.

-En Zamora, aún falta por implantar el contenedor de compostaje, aquel en el que se tiran los residuos orgánicos...

-Esta es una de nuestras reclamaciones. También pedimos un plan nuevo de residuos. Es cierto que muchos ciudadanos tiran los desperdicios donde no corresponde, pero es competencia de la empresa contratar trabajadores que se encarguen de la categorización de la basura, aunque nosotros como ciudadanos debemos facilitar el trabajo separando los residuos.

-Pero no solo es importante reciclar, también es necesario un cambio de concienciación para usar cada vez menos recursos...

-De hecho, existe un movimiento en redes sociales contra el uso excesivo de plásticos porque su consumo es desmesurado e innecesario. En muchos casos responde al hecho de que las multinacionales nos venden productos que traen desde la otra punta del planeta. La globalización ha traído cosas muy buenas, pero es imprescindible fomentar el consumo local, los productos de kilómetro cero. Cuando menos tengan que desplazarse, mejor para el medioambiente. El consumidor tiene la capacidad para intentar cambiar a través de sus compras lo que venden los supermercados. Reivindicamos la desobediencia civil pacífica. No pretendemos hacer una revolución, pero si hay que hacer un boicot económico, se hace. Es una forma de presionar a las empresas.