El IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, firmado por sindicatos y patronal hace justo un año, es papel mojado. El documento, firmado a nivel nacional a principios del mes de julio del año pasado y rubricado, en idénticos términos, en Castilla y León unas semanas después, no ha servido para que los salarios suben conforme a lo firmado. El acuerdo, que estaría vigente en los ejercicios 2018, 2019 y 2020, planteaba una subida salarial fija, para todos los trabajadores, del dos por ciento en los nuevos convenios colectivos. Además, se planteaba una parte variable, cifrada en el uno por ciento, ligada a algunos conceptos como productividad, resultados, nulo absentismo laboral y otros puntos acordados por empresarios y trabajadores. Es decir, sindicatos y patronal acordaron una subida mínima del 2% que podía, en el mejor de los casos para los asalariados, llegar al 3%.

Sin embargo, la realidad se impone a estos acuerdos, siempre polémicos a la hora de ser negociados y firmados y casi siempre sin implicaciones reales. Los datos del Ministerio de Trabajo indican que los convenios colectivos que este año se han firmado en la provincia de Zamora -un total de catorce acuerdos que afectan a cerca de tres mil empresas de la provincia en las que trabajan 14.460 asalariados- se han rubricado con subidas de sueldo del 1,61% para los trabajadores afectados. Es decir, bastante por debajo del nivel mínimo que sindicatos y patronal se marcaron en los acuerdos a los que llegaron hace justo un año. Evidentemente, ni hablar de ese "plus" del 1% ligado a conceptos como la productividad. La realidad es que acuerdos como estos, que se limitan a marcar unas pautas a seguir a la hora de negociar -así lo estiman al menos desde la patronal zamorana- tienen una utilidad, como se demuestra, prácticamente nula.

El documento se marcaba también un objetivo: el de llegar a un salario mínimo por convenio de 14.000 euros en el año 2020. Es decir, catorce pagas de mil euros brutos. Parece difícil que se pueda llegar a esto en un contexto como el actual, en el que, al menos en la provincia de Zamora, todavía restan media docena de convenios colectivos por adaptarse a la ley que marca que el sueldo base de un trabajador a jornada completa no debe ser más bajo de 900 euros.