Zamora se la juega durante la votación de investidura que se celebrará esta tarde en el Congreso de los Diputados. No son pocos los proyectos dependientes del Estado que la provincia tiene entre manos y que permanecen paralizados por la situación del Gobierno en funciones y la prórroga de unos Presupuestos Generales del Estado de 2018 que fueron poco benévolos con este territorio. El avance de la autovía A-11 hasta la frontera con Portugal, el traslado de 1.300 militares al campamento de Monte la Reina o la consolidación de la muralla de Zamora son cuestiones de importancia que permanecen en punto muerto desde que en Madrid nadie se pone de acuerdo. Extremo que se podría agravar si tampoco esta semana sale un Gobierno estable de la carrera de San Jerónimo.

Las infraestructuras son el principal pilar de la inversión que año tras año realiza el Estado en la provincia de Zamora, aunque durante los últimos años se ha correspondido casi en exclusiva con la construcción de la línea de Alta Velocidad a Galicia. No obstante, el Gobierno debe abordar de una vez por todas el desdoblamiento de la N-122 para concluir la autovía A-11 hasta la frontera con Portugal. Fue uno de los compromisos de Pedro Sánchez durante su visita a Zamora en plena precampaña electoral y solo se podría materializar a través de un Gobierno que garantice la aprobación de unos nuevos PGE. Además, la comarca de Benavente espera también dotación económica para el arreglo del firme de la A-66 en dirección a León y las comarcas de Sanabria y Carballeda piden una rehabilitación integral de la N-631.

Otro de los asuntos que está en el aire dentro de esta sesión de investidura es la reapertura del campamento militar de Monte la Reina. El Partido Socialista ha dejado claro que esta se su gran apuesta contra la despoblación. La recuperación de la actividad castrense a las afueras de Toro supondría la llegada a la provincia de 1.300 soldados con sus respectivas familias, lo que daría un golpe de efecto a la economía local. No obstante, los socialistas también han afirmado que, con el Gobierno en funciones, será difícil avanzar, por lo que fían el proyecto a la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa.

El patrimonio es otra de las cuestiones importantes que dependen directamente del Estado y cuya dotación presupuestaria permanecerá en punto muerto mientras el Gobierno se encuentre "en funciones" y con prórroga. En el caso de la consolidación de la muralla de Zamora, por ejemplo, es el Ministerio de Cultura quien ostenta la propiedad y, por lo tanto, quien tiene la obligación de mantenerla. Pese a que los ministros de Sánchez anunciaron en campaña su compromiso con la fortificación, la realidad es que a día de hoy no hay ni proyecto ni dinero comprometido. Caso similar al de las rehabilitaciones del Mercado de Abastos y el Puente de Piedra, sempiternos candidatos a la subvención del 1,5% cultural y que nunca han recibido ni un solo euro para tal fin.

En la capital, además, las administraciones están pendientes de Adif y Renfe para la cesión de los terrenos anexos a la estación de tren de cara a la construcción de un centro de innovación para empresas. Un proyecto del que nada se ha vuelto a saber desde la vorágine electoral y que depende directamente de una decisión gubernamental. Todo esto se juega hoy en el Congreso.