Un empeño de la profesora Marta Serrano que está siendo un gran éxito. Cada vez son más los aficionados al ukelele en Zamora y, como en capitales más grandes, como Madrid, Barcelona o Valladolid, también esta tiene ya su asociación de amigos de este instrumento.

El Club Ukelele de Zamora organizó ayer por la mañana en la playa de Los Pelambres -uno de los lugares más agradables para disfrutar de los días de verano en la capital- la primera quedada entre los amantes de la música que quieran aprovechar todas las bondades de este pequeño instrumento, del que la presidenta de la asociación reconoce que no es el "típico" pero que subraya que es "el ideal para acercarse a la música, porque no es demasiado complicado de tocar y además permite cantar a la vez".

De esta forma, los paseantes más madrugadores por la margen izquierda del Duero tuvieron banda sonora al pasar junto a Los Pelambres gracias a las notas emitidas por los integrantes del club -hombres y mujeres de todas las edades- que practicaron durante toda la mañana algunas canciones sencillas pero vistosas con la Catedral como fondo de ese improvisado escenario natural.

El germen de este singular club nació precisamente en las aulas del colegio donde Marta Serrano imparte clase. Viendo que los estudiantes no se sentían muy motivados en la asignatura de música cuando tenían que aprender a tocar la flauta dulce -el instrumento por antonomasia para introducir a los más pequeños en este mundo- optó por cambiar de instrumento y darle una oportunidad al ukelele. Todo un acierto, puesto que los estudiantes se implicaron mucho más en esta asignatura.

Los primeros pasos de la afición grupal por el ukelele se dieron poco después en el Museo Etnográfico de Castilla y León, donde la profesora impartió un taller para enseñar los primeros acordes, ritmos y punteos básicos para coger gusto por este instrumento. Ayer salieron a la calle y, teniendo en cuenta la buena acogida, no será la última quedado musical del grupo.