El estado de las campanas de la Catedral de Zamora "es muy malo" a la luz de una inspección realizada recientemente por la firma Campanas Rivera. Los bronces "están en muy malas condiciones". "Se necesitaría restaurar algunas campanas, fundir otras" a mayores habría que intervenir "cambiando los yugos de madera y los badajos, ponerlos" explica el presidente de la Asociación de Campaneros Zamoranos que "urge su restauración".

El campanero confía en la sensibilidad del Cabildo Catedral para valorar la intervención en las grandes esquilas, entre ellas la Bomba, nombre que recibe una de las más mayores que presenta una rotura y cuyo su sonido se puede escuchar a través de grabaciones por ejemplo el Miércoles Santo antes del acto del Juramento de Silencio, un toque que, a través de las nuevas tecnologías, volverá a escuchase el sábado en el encuentro de campaneros.

El presidente de la Asociación Cultural de Campaneros Zamoranos precisa que 45 pueblos de la provincia han renovado campanas, arreglado yugos y badajos desde que el colectivo ha puesto en marcha una escuela de campaneros dentro de las actividades para divulgar el conocimiento y la historia del lenguaje de las campanas, que aspira a lograr el reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.