Guarido empieza su segundo mandato y lo hace "con una responsabilidad muy alta" fruto "de unas muy altas expectativas", las que los ciudadanos le manifestaron otorgando 14 representantes y casi la mitad de los votos emitidos a la lista que el alcalde lideró en los comicios de hace hoy tres semanas. "Pondremos todo el empeño en no defraudaros", aseguró durante su discurso de investidura, el segundo que pronuncia.

Sin margen ninguno para la sorpresa en la elección del regidor municipal, el interés de la jornada de ayer residía en escuchar el discurso del alcalde y Guarido, fiel a su estilo, no se salió del guión. El alcalde tendió la mano a la oposición, que este mandato estará en minoría y representada por Partido Popular, PSOE y Ciudadanos. "Necesitamos a todos los concejales", dijo, "porque los concejales son cargos indispensables en una democracia. Todos nosotros tenemos una clara voluntad de hacer cosas por nuestros vecinos. Los que formaremos el Gobierno y los que quedarán en la oposición. Decía en 2015 que nadie debería hacer política de rodillo y lo mantengo", aseguró Guarido instantes después de ser proclamado alcalde del undécimo mandato municipal. "En los últimos cuatro años se impuso el diálogo y el acuerdo por imposición de las matemáticas electorales. A partir de mañana se formará un gobierno monocolor con mayoría absoluta, pero que no se comportará como un gobierno de rodillo. Es nuestra voluntad", continuó el alcalde, "consultar los temas importantes y globales de la ciudad con los grupos de la oposición, y así lo haremos", apuntó Francisco Guarido ante las decenas de personas que llenaban el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde ayer se respiraba la pompa y circunstancia propia de las grandes ocasiones.

El segundo mensaje central que Guarido quiso lanzar con su discurso es que, cuatro años después de su primer día como alcalde, "sigo siendo el mismo". Guarido se citó a sí mismo cuando hace cuatro años aseguró que "entré en el Ayuntamiento de la mano de un partido minoritario, modesto y trabajador, con la voluntad de construir una ciudad mejor para todos, y con el apoyo de un grupo de gente desinteresada que siempre me ha ayudado. Fuimos creciendo en apoyos, y aquí estamos hoy en el Gobierno municipal para dar al pueblo de Zamora todo lo mejor de nosotros mismos". Lo mismo repitió ayer "por tres razones: por su vigencia para mí, por responder a lo que sigo pensando y porque sigo siendo el mismo. Con más años, con más canas, con el mismo compromiso". Guarido, pese a haber ganado las elecciones con cerca del cincuenta por ciento de los votos válidos, asumió que "mi partido sigue siendo minoritario, modesto y sobre todo trabajador", dando por tanto más importancia en los resultados al trabajo del equipo de Gobierno durante los últimos años que a unas siglas, las de Izquierda Unida, cuya única Alcaldía en capital de provincia está en Zamora. "Nuestra voluntad sigue siendo construir una ciudad, Zamora, mejor para todos. Y para ello cuento con el apoyo de un grupo de gente desinteresada que siempre me ha ayudado, desde dentro y, sobre todo, desde fuera de esta institución", apuntó el alcalde. "Vuestro apoyo y el de los zamoranos ha crecido aunque yo siga siendo el de siempre y mi partido sea pequeño", dijo.

Sin anuncios de nuevos proyectos, sí hubo tiempo para poner fecha a los que están ya sobre la mesa. En los "próximos meses y a lo largo de 2020 veremos concluidas las obras del matadero, las del Banco de España, los grandes derribos de la Muralla de Zamora, el comienzo del parque de bomberos, el comienzo de la obra del Mercado de Abastos y espero que también, con la colaboración de la Junta de Castilla y León, el inicio de las obras del Conservatorio y del Centro Cívico", aseguró el alcalde apuntando que "todos los concejales serán partícipes de esto de un modo u otro" y reconociendo que "quedan pendientes otros proyectos de la ciudad mirando al horizonte de cuatro años". Guarido aseguró que "nuestro objetivo es hacer una ciudad mejor y que la vida de nuestros conciudadanos aumente en calidad, sobre todo de los que pasan más dificultades".

El alcalde aprovechó también para sacar pecho por algunos de los logros conseguidos durante los últimos cuatro años, en los que Izquierda Unida ha formado tándem con un PSOE que desde ayer se ve reducido a solo tres concejales en el Ayuntamiento y que ha quedado "descabezado" tras la renuncia al acta del número uno en las elecciones, Antidio Fagúndez. Guarido quiso destacar la administración electrónica "que hoy poco tiene que ver con el pasado" y las mejoras en materia de transparencia. "Hay más información en la web municipal que ya la que yo pedía, escrito tras escrito, durante 16 años, no sin dificultades permanentes" de los gobiernos liderados por Antonio Vázquez y Rosa Valdeón. "Y lo digo sin ánimo de crítica, sino al contrario, con el ánimo de incidir que la democracia funciona cada día mejor". El alcalde celebró que "lejos quedan los tiempos en que por un lado se gastaba y por otro se ingresaba, desequilibrando la balanza de forma muy peligrosa". Aunque abogó por la contención del gasto, Guarido pidió que "no se aplique la ley del ahorro forzoso" por parte del Estado: "Basta con poner el límite y el techo de gasto en lo que se recauda". Para cerrar este capítulo, el alcalde quiso destacar los avances en participación ciudadana (como ejemplo puso los presupuestos participativos) y la puesta en funcionamiento de las fundaciones León Felipe y Baltasar Lobo, prácticamente muertas hace cuatro años y ahora "con recorrido propio. Espero la ayuda de todos los concejales para que sigan creciendo".

El discurso de Guarido, aplaudido en el Salón de Plenos, en el recibidor de la planta superior y en el hall del Ayuntamiento, donde se instalaron pantallas, llegó evidentemente después de las votaciones para elegir alcalde. Aunque era evidente el resultado final, sí que resultó noticioso que tanto Partido Popular como Ciudadanos presentaran candidatos a la Alcaldía -Mayte Martín Pozo y Francisco Requejo respectivamente- para después no votarlos. Los catorce votos a Guarido de los ediles de IU estaban cantados, como lo estaban los tres en blanco de un PSOE que ha vivido una semana convulsa con la renuncia al acta del que era su candidato a alcalde. Sin embargo, los ediles de PP y Ciudadanos tuvieron la opción de votar a sus candidatos y no lo hicieron.

De nada hubiera servido, pero lo que queda es el voto en blanco y la elección de Guarido por una mayoría absoluta "tan extraña para nosotros" y que "no sería posible sin el trabajo de tantas personas que nos apoyaron de alguna manera: de los militantes de nuestro partido que no se rindieron, de los zamoranos que nos han llamado a seguir adelante, de amigos, familiares y buenas gentes a las que nos debemos". El alcalde acabó su discurso citando versos de Lorenzo Pedrero, presente en la sesión de investidura, y tomando prestada una estrofa de Rosendo para definirse a sí mismo: "Voy aprendiendo el oficio, olvidando el porvenir, me quejo solo de vicio, maneras de vivir". "Consciente de la expectación y con gran responsabilidad" Guarido e Izquierda Unida comienzan su segundo pase, esta vez en solitario. Los zamoranos lo valorarán en el, todavía muy lejano, año 2023.