Francisco Guarido prometió, en su discurso de toma de posesión, que no aplicará el rodillo durante los próximos cuatro años, a pesar de contar con una amplia mayoría absoluta para encabezar un gobierno monocolor en el Ayuntamiento de Zamora. Así lo esperan también los portavoces de los tres grupos que formarán la oposición hasta el 2023: Mayte Martín Pozo (Partido Popular), David Gago (PSOE) y Francisco José Requejo (Ciudadanos). Al concluir la sesión, los tres coincidieron en prometer trabajo para cumplir con su cometido de fiscalizar la labor de Izquierda Unida.

Por un lado, Martín Pozo reconoció que el discurso de Francisco Guarido le había parecido "correcto". La portavoz popular, que compaginará su labor en el grupo municipal con su trabajo como funcionaria en la Junta, tiene por delante el reto de recuperar la confianza perdida por la formación de centro-derecha en los dos últimos procesos electorales. En el 2015, el PP bajó de 14 a 10 concejales; ahora se queda en seis, muy lejos de la posibilidad de gobernar, pero todavía como segunda fuerza.

Ese resultado convierte a los populares en el grupo mayoritario de la oposición, una responsabilidad que Martín Pozo asumió con la intención de ser "leal" y realizar un trabajo "constructivo". "Esperemos que el alcalde cumpla su palabra y que se tenga en cuenta la opinión del resto en los temas importantes", subrayó la portavoz del Partido Popular.

Del mismo modo, la todavía presidenta de la Diputación, que no repetirá en la corporación provincial, explicó que su partido votó en blanco en la elección del alcalde porque, aunque no les gusta el candidato, "hay que respetar la opinión que han manifestado los ciudadanos en las urnas".

En cuanto a las diferencias que los zamoranos podrán percibir entre su labor de oposición y la que ha realizado durante los últimos cuatro años Clara San Damián al frente del grupo popular, Martín Pozo respondió que "cada mandato es distinto", y dijo desconocer los detalles del trabajo realizado por su predecesora: "Bastante tenía con gobernar la Diputación", zanjó.

Por su parte, David Gago, que ejerció como portavoz del PSOE tras la renuncia, hace unos días, de Antidio Fagúndez, apeló a trabajar para "recuperar la confianza de los ciudadanos". Al igual que el Partido Popular, los socialistas han visto mermar, en los últimos años, el tamaño de su grupo municipal elección tras elección, por lo que el reto de los tres nuevos ediles es revertir esa tendencia: "Prometemos constancia y humildad para realizar una oposición leal", subrayó Gago al concluir la sesión.

En cuanto a la posibilidad de continuar como portavoz socialista durante el resto de mandato, el número cinco de la lista confeccionada en su día por Antidio Fagúndez aclaró que es un asunto aún por determinar y apeló a la fuerza del grupo, un reclamo que también utilizó Auxi Fernández, que se convirtió en la única concejala del PSOE en acceder directamente a la corporación sin que mediara la renuncia de un compañero: "Asumimos dónde nos han puesto los ciudadanos en las urnas, y tenemos compromiso e ilusión", afirmó.

En cuanto a Francisco José Requejo, el portavoz de Ciudadanos reconoció a Francisco Guarido como "justo ganador", y aseguró que, tanto él como Cruz Lucas, intentarán realizar una oposición "coherente, constructiva y para sacar adelante lo que necesita la ciudad". "Tenemos que trabajar por Zamora entre todos", indicó el líder de la formación naranja, que también votó en blanco en la investidura: "No merecía la pena apoyarnos a nosotros mismos", justificó.

Por último, uno de los invitados de Izquierda Unida a la toma de posesión, el excoordinador federal del partido, Cayo Lara, habló de "la coherencia, la honestidad y la humildad" de los miembros de la "aldea gala", y elogió la proyección "humilde" del discurso de Francisco Guarido. "Su mano tendida es una oferta para consultar las grandes cuestiones de Zamora", explicó el político manchego, que celebró que la mayoría absoluta "no lleve a la prepotencia" al regidor del Ayuntamiento de la ciudad.

En cuanto al contexto nacional, Cayo Lara pidió "reflexión" a la dirección de Izquierda Unida e insistió en un mensaje que los responsables de Zamora también comparten: "Las alianzas tienen que ser programáticas", concluyó el excoordinador federal de la organización.

La visita de Cayo Lara y de la eurodiputada Paloma López supusieron el único apoyo recibido por Guarido desde el ámbito nacional de su partido, en la jornada en la que repetía como único alcalde de Izquierda Unida en una capital de provincia.