La Cofradía de los Caballeros Cubicularios celebró en la tarde de ayer un nuevo capítulo anual en el que destacó el acto de toma de posesión de siete nuevos hermanos y damas, investiduras entre las que destacó la presencia del almirante general jefe del Estado Mayor de la Armada Española, Teodoro Esteban López Calderón García Alesson y el jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil, José Luis Arranz Villafruela Sanz Calvo.

En una soleada tarde los Caballeros Cubicularios e invitados recorrieron en breve trecho que separa al convento de las Religiosas Marinas con la iglesia arciprestal de San Pedro y San Ildefonso, donde se llevó a cabo el grueso de la ceremonia. La breve procesión sirvió para que las órdenes nobiliarias que se dieron cita en Zamora lucieran sus llamativas vestimentas que denotan su remoto origen. En Zamora estuvieron representantes las órdenes de San Hermenegildo, Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, Constantiniana de San Jorge, Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid y el de Cataluña, la Real Hermandad de Infanzones de Illescas, el Real Estamento Militar del Principado de Gerona, Real Asociación Hidalgos de España, el Cuerpo de la Nobleza Principado de Asturias, Caballeros Nobles de Nuestra Señora del Portillo, la Comunidad Mozárabes de Toledo, Caballeros del Santo Sepulcro de Toledo, la Real Hermandad de Caballeros de San Fernando y la Cofradía Internacional de Investigadores.

Además de los mencionados jefes militares recibieron hábito y venera los caballeros César Amador Isidro, doctor en Historia del Arte y Carlos Sanz Romero, abogado, mientras se hacían acreedoras del lazo de Dama la psicóloga María del Carmen Ávila y de Encio, la médico estomatóloga Amalia Pilar Luis Botiz, y la doctora en Historia del Arte Blanca Flor Herrero Morán.

Tras las investiduras se celebró la santa misa capitular, por el rito mozárabe y concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos el prior de la Corporación y vicario general de la diócesis, José Francisco Matías Sampedro. La ceremonia finalizó con la acción de gracias y la veneración de las reliquias de los santos patronos, San Ildefonso y San Atilano, que descansan en el templo zamoranos.

Una cena en el patio del Parador puso el punto y final al día.