Francisco Guarido se ha convertido en la diana de sus adversarios políticos durante esta campaña de las elecciones del Ayuntamiento de Zamora. Tras gobernar la ciudad durante los últimos cuatro años, la campaña electoral del aspirante a la reelección se ha caracterizado por la promoción de los deberes hechos, mientras que la de sus contrincantes ha destacado precisamente lo que no ha cumplido. A dos días para las elecciones, el alcalde en funciones contesta a unos y a otros.

-¿Es usted un alcalde enano como dice Podemos?

-No. Creo que Fernando Martos dijo eso sin mala intención. Ellos querían decir que soy un alcalde con los pies en el suelo, en contraposición a ellos que se creen un poco iluminados, en el buen sentido. Entonces contraponen estar a ras de suelo con estar en el cielo. Pero claro, eso significa estar en las nubes. Lo considero correcto, cordial y no le doy más vueltas.

-¿Ha pecado de bonhomía en sus negociaciones con la Junta como dice Ahora Decide?

-No. Manuel Fuentes confunde bonhomía con ser una persona educada y correcta. Se equivoca, porque él dice que el Conservatorio y el centro cívico no están hechos y es un fracaso, pero no es ningún fracaso. El proyecto del Conservatorio está en licitación por 13 millones en un acuerdo personal que yo alcancé con el presidente Herrera y el centro cívico también. Por cierto, el centro de día para personas con autismo es de lo que más contento estoy y ahí el presidente Herrera se implicó.

-¿Ha gobernado un equipo exótico como dice el Partido Popular?

-Eso sí que no sé lo que quiere decir. Supongo que eso lo dice Mayte Martín Pozo porque es un gobierno de Izquierda Unido, único en capital de provincia y no era esperado. También lo considero bien y no le doy vueltas.

-¿Gestiona usted el Ayuntamiento como una comunidad de vecinos como dice el PSOE?

-Ahí se equivoca Antidio Fagúndez porque cambiar baldosas y poner árboles no es nada deshonroso. Él debería saber, como socio de gobierno, que hemos invertido más en cuatro años que en los anteriores ocho. Y tenemos proyectos en marcha que hacen un verdadero modelo de ciudad. Es verdad que han arrancado un poco tarde, asumo la crítica. Pero ahora tenemos abierto el Conservatorio, parque de bomberos, Mercado, antiguo matadero y derribo de Feria 11. Él lo dice con cierto menosprecio, pero sabe que no es así.

-Precisamente, Fagúndez está intentando desmarcarse de Izquierda Unida en los últimos días. ¿Ustedes también ponen distancia con su socio?

-Nosotros no nos desmarcamos. Estamos orgullosos de un equipo de Gobierno fruto de un pacto muy positivo después de veinte años del Partido Popular y creo que los votantes del PSOE y de Izquierda Unida saben valorar el esfuerzo que se ha hecho. Yo no me desmarco del PSOE. Ahora bien, el PSOE ha traído ministros en campaña electoral a prometer cosas y nosotros, a partir del mes de junio, se las pondremos en un espejo. Compromisos con la muralla, con la antigua cárcel y otro tipo de cuestiones con las que se ha comprometido el Gobierno de España.

-¿Considera un chantaje la amenaza de los gestores del Zamora Club de Fútbol de llevarse el equipo de la ciudad a cinco días para las elecciones?

-El hecho de meter el fútbol en campaña electoral me parece de épocas pasadas. Pero de las pasadas de cuando algunos se dedicaban a la política siendo presidentes de clubes. Creo que los gestores del Zamora no se han informado bien de nuestra propuesta, que era simple y llevábamos dándole vueltas durante varios años y que tiene que ver con la utilización de espacios vacíos bajo las gradas. Pero los candidatos de PP, PSOE y Ciudadanos han sacado a relucir el tema y eso es una utilización política del fútbol con la que creo que están en desacuerdo los socios del Zamora y los aficionados al fútbol. Yo hago una propuesta que puede gustar o no, pero eso no tiene nada que ver con que si se están jugando el ascenso o si yo perjudico al Zamora. Eso es de un rastrerismo total.

-Ha dejado claro en campaña que no se pueden bajar más los impuestos. ¿Significa eso que podrían subir si así lo requiere la financiación del Ayuntamiento?

-Bastaría con mantener la presión fiscal. Eso significa subir el IPC todos los años. En estos años ha habido tan buena gestión económica que, incluso bajando los tributos, hemos conseguido hacer mucho más con menos. En otras épocas había que pagar las facturas del edificio municipal, los despilfarros de la Sociedad de Turismo o el saneamiento de Roales. Eso es financiación. Todo lo que hemos bajado de IBI ha entrado por otra vía como puede ser lo que nos paga Roales.

-¿Y las tasas?

-Hay que actualizarlas, pero eso lo entiende todo el mundo. En Deportes, por ejemplo, los precios están puestos en pesetas y eso hay que cambiarlo. Será financiación extra, pero sin subir los impuestos.

-Si tuviera que destacar tres de sus gestiones en estos cuatro años como bandera de su mandato. ¿Cuáles serían?

-El centro para personas con autismo, que es un logro excepcional para Zamora; el arreglo de las aceras de Cardenal Cisneros, por lo simbólico tras veinte años sin resolver y pasándose la pelota; y la dedicación que hemos tenido todos para aumentar el dinero de la ayuda a domicilio. Esas serían las tres.

-Ha dejado a medias muchos de los grandes proyectos comprometidos hace cuatro años. ¿Les dará tiempo a concluirlos si gobiernan cuatro años más?

-Radicalmente, sí. Todo está en marcha salvo el Plan del Casco. El resto está en tramitación: Banco de España, bomberos, Museo Baltasar Lobo.

-Su programa electoral es de continuidad. ¿Es poco ambicioso?

-Al contrario, es muy ambicioso. Lo que es inútil es proponer cosas que luego no puedes pagarlas o no tienes competencias. Nuestro compromiso es acabar todo lo hecho e iniciar cosas nuevas, que las tenemos. La diferencia entre antes y ahora es que antes todo era un erial y ahora hemos puesto en marcha infinidad de cosas. Y eso la gente lo sabe.