Los zamoranos pudieron ejercer su derecho al voto en colegios electorales donde apenas se registraron incidencias, más allá de las habituales anécdotas como el olvido del documento nacional de identidad para poder depositar la papeleta, suplentes que pensaban que estarían los primeros minutos en el colegio electoral para luego disfrutar de un soleado domingo y les tocó quedarse a cumplir con su obligación -fueron los que se perdieron un día de romería en el Cristo de Valderrey- o votantes que no encontraban las papeletas deseadas y tenían que pedir ayuda en sus mesas.

RÍO DUERO

Los integrantes de las mesas electorales tuvieron que ayudar en más de una ocasión a los electores más mayores, muchos de los cuales entraban un poco despistados al instituto. Uno de ellos acudió a votar ya con sus papeletas preparadas, pero sin introducirlas en los sobres, liándose también después a la hora de introducir sus votos, al confundir los colores de las urnas. Como curiosidad, en una de las mesas estaba un matrimonio.

LA CANDELARIA

Un joven al que le había tocado ser presidente de una mesa acudió con su padre, que se ofrecía a realizar la función, sin ser siquiera suplente, para que su hijo pudiera salir pronto por la tarde. En otra mesa, una persona con problemas de audición y que no había justificado su situación previamente, acudió a primera hora a su puesto, pero explicando lo que le ocurría, a lo que su suplente respondió que sin problema se quedaba en su lugar.

JACINTO BENAVENTE

En este colegio electoral hubo más de algún ejemplo de ciudadanos que no acudieron a las ocho de mañana, aunque fueran presidentes de mesa, por lo que, al menos en dos de ellas, fueron los suplentes los que tuvieron que ponerse al frente de esta función durante toda la jornada. Un elector pretendía votar entregando como documento acreditativo una tarjeta de crédito con su nombre y apellidos, puesto que no llevaba el DNI en la cartera.

MAESTRO HAEDO

No fue el mejor fin de semana para Saulo Hernández, entrenador del principal equipo de baloncesto masculino de la ciudad, que después de perder en la jornada del sábado acudía el domingo como suplente a la mesa electoral de este instituto y le tocó quedarse de presidente toda la jornada.

CLAUDIO MOYANO

En una mesa había dos personas titulares para la segunda vocalía y en otra dos ciudadanos nombrados para presidente. En el primer caso, el conflicto se dilucidó por orden alfabético y en el segundo, tras llamar a la junta electoral de zona, por orden de llegada: el que apareció primero, ahí se quedó.

PINILLA

En una de las mesas del colegio de este barrio, uno de sus integrantes enfermó de forma repentina y sus dos compañeros tuvieron que seguir adelante con la jornada.