La conversión del edificio del Banco de España en dependencias de la Policía Municipal es la primera ficha que hay que tocar para que se ponga en marcha un efecto dominó que afecta de manera directa a diferentes proyectos para la ciudad de Zamora. Y lo más importante, a sus arcas municipales. Cuando la Policía Municipal pueda trasladarse a la plaza de Cristo Rey, el actual cuartel situado en el ayuntamiento viejo se someterá a una reforma para ubicar en su interior el Museo de Baltasar Lobo y dejar así el actual espacio expositivo de la Casa de los Gigantes. Pero mientras esto no ocurra, la reforma en el ayuntamiento viejo no podrá llevarse a cabo y, por lo tanto, el Museo de Baltasar Lobo no podrá utilizar esas dependencias situadas en la Plaza Mayor.

Esto supone que las arcas municipales deberán seguir desembolsando 7.500 euros al mes, o 90.000 al año, por el alquiler de la Casa de los Gigantes. Exactamente la misma anualidad que se está pagando al Estado, a través de la sociedad Segipsa, por el arrendamiento del propio Banco de España, toda vez que se le ha negado por activa y por pasiva al Ayuntamiento de Zamora la renegociación de un contrato a todas luces abusivo.