Desde que el pasado lunes, 17 de diciembre, fue hallado sin vida el cuerpo de la profesora Laura Luelmo, los mensajes de apoyo al entorno familiar y los homenajes han sido una constante, desde cualquier ámbito, institucional, social y cultural. Pero la carta enviada a este medio por un preso zamorano que cumple pena de cárcel en Alcalá-Meco se sale del marco experimentado hasta ahora.

El reo, que prefiere mantener su identidad en el anonimato, ha querido hacer público su pésame, dado el conocimiento personal que tiene de la familia Luelmo. La condena que cumple no le impide, ni a él ni al resto de compañeros de su módulo en el penitenciario de Alcalá de Henares, expresar su opinión en voz alta. "Yo soy otro zamorano más que, por circunstancias de la vida, mis huesos han venido a parar aquí", afirma. "Conozco personalmente a varios miembros de la familia y puedo decir que si esa criatura se parecía a cualquiera de ellos, no creo que hubiera hecho ningún mal a nadie", asevera.

"Recuerdo a un Luelmo -continúa-, funcionario de Hacienda, uno de los fundadores de AP Zamora y excelente persona. Recuerdo a los Luelmo de Villabuena por otros motivos, pues hace ya muchos años, les visité para inspeccionar los depósitos de gasoil y legalizarlos como otros muchos del pueblo, y tengo que decir de todos, familia y vecinos, que no encontré allí más que buena gente", sostiene.

"Es por ello que, a todos, les reitero mi más sentido y sincero pésame, y les acompaño mis palabras dedicadas a Laura y a tantas otras criaturas que nos arrancaron de esta tierra", finaliza. Este preso zamorano, desde la reclusión forzosa, apoya que "para esos asesinos no queda otra (y desde prisión lo digo) que la condena permanente revisable". Con un abrazo se despide de la familia Luelmo y acompaña el escrito de otra epístola -que se reproduce de forma íntegra en esta página- en la que el preso llama a no confundir el "instinto irracional" del ser humano con la necesidad de convivir en una sociedad civilizada.