Los principales acusados en el juicio por el desfalco de la cooperativa Gescomar, una operación fallida para construir 38 viviendas de protección oficial en el Plan Parcial Los Navajos (Siglo XXI) se enfrentan a peticiones de penas de más de seis años de prisión. Es la administradora de Gescomar Norte, la empresa creada para gestionar la cooperativa, M.J.M.T. la que peor panorama judicial tiene a priori, ya que la fiscal le pide cinco años de cárcel por apropiación indebida, una multa de 4.302 euros y la devolución de 206.268 euros a los trece cooperativistas que presentaron la demanda (había 24, pero el resto no emprendió acciones judiciales). La defensa del promotor, R.R. es también acusación contra esta administradora, para la que pide cuatro años y seis meses por un delito de estafa, lo mismo por apropiación indebida y ocho meses por un delito societario. Las acusaciones que representan a los cooperativistas piden para ella cuatro años y seis meses por estafa y lo mismo por apropiación indebida (si bien lo más normal es que el tribunal aprecie una u otra, pero no las dos a la vez), si bien retiraron a última hora los dos años por un delito societario. El promotor, R.R., que tenía con la anterior el 50% de Gescomar Norte a través de su empresa Rhiconsa no está acusado por la Fiscalía. Las acusaciones piden para él la misma pena que en el caso de la administradora, cuatro años y seis meses, bien por estafa o por administración indebida y añaden dos años por delito societario.

Para la administrativa de Gescomar Norte, F.V.B. las acusaciones solicitan dos años por un delito societario y otro más por falsificación documental. Finalmente los tres componentes del consejo rector de la cooperativa, que ocuparon los cargos de presidente, vicepresidenta y secretaria, J.M.L.R, R.M.Ch. y N.Z.R., el primero exempleado y las segundas parejas de los hijos del promotor, se enfrentan a penas de dos años por un delito societario. Todos ellos deberán devolver además los 206.000 euros procedentes de las aportaciones de los cooperativistas que debería haber en la cuenta de la cooperativa Gescomar y que desaparecieron. Lo que tiene que dilucidar ahora el tribunal es quién se llevó el dinero, entre doce y trece mil euros por cada uno de los cooperativistas. Unos apuntan a M.J.M.T. como la principal responsable porque era la que llevaba la empresa, mientras que los abogados de los cooperativistas creen que todos los implicados respondían a un plan perfectamente preconcebido por el promotor, R.R., ya que se aprecian un cúmulo tal de irregularidades que una sola persona no podría llevar a cabo sin estar de acuerdo con el resto.