El Ayuntamiento de Zamora reclamará ahora a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), popularmente conocida como el "banco malo", la reversión de una parcela de 457 metros cuadrados en Pinilla en la que debía realizarse un bloque de viviendas sociales que, doce años después, no ha visto la luz. El alcalde, Francisco Guarido, ha desvelado que ya ha firmado el pertinente decreto de caducidad de la licencia para la construcción de esas viviendas y ha añadido que, "tras darle más de mil oportunidades" a las diferentes promotoras, se ha tomado la decisión de recuperar el terreno.

Al igual que ocurriera la semana pasada con una parcela en el barrio de San Frontis, el equipo de Gobierno ha puesto ahora el foco en otro terreno del cercano núcleo de Pinilla. Allí, en el año 2006, se vendió a Covical una parcela de casi 500 metros cuadrados por valor de 317.000 euros para la edificación de viviendas de protección oficial. Sin embargo, la quiebra de la empresa dio al traste con la promoción y las constructoras que recogieron el proyecto tampoco consiguieron sacarlo adelante. La parcela quedó entonces en manos de Solvia y ahora mismo pertenece al Sareb, a quien se le reclamará en un futuro próximo su devolución al Ayuntamiento de Zamora.

El decreto de caducidad de licencia de obra en esta parcela supone el paso previo al proceso administrativo para la recuperación de la titularidad municipal de la parcela, en estos momentos inscrita a nombre de Sareb. "Se han producido muchos aplazamientos de la caducidad de la licencia y se le han dado mil oportunidades a los diferentes promotores para terminar la obra, pero la realidad es que no existe intención de hacer nada con este terreno", ha manifestado Francisco Guarido.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Zamora ha tomado la determinación de iniciar los trámites para la recuperación de la parcela, como así se hiciera la pasada semana con el terreno de San Frontis y al igual que ha ocurrido con otras enajenaciones realizadas en el pasado y que nunca llegaron a desarrollarse, como en el sector Benedictinas, en el barrio de Vista Alegre.