El ataque contra las placas situadas en las inmediaciones de la muralla ha dejado los monolitos de piedra completamente vacíos, sin las placas que reconocían a las entidades que colaboraron para liberar esos tramos. Aquella fue una manera utilizada durante los gobiernos de Antonio Vázquez para comenzar a despejar la fortificación medieval de los edificios anexos que impedían verla en su esplendor. Caja España, Caja Madrid o Caja Duero fueron algunas de las entidades que se sumaron a este tipo de proyectos. Posteriormente, se utilizaron también otras fórmulas como las permutas o las expropiaciones para continuar con la labor de derribo de edificios de cara a conseguir que la muralla de Zamora luzca lo más diáfana que sea posible.