Aunque hace solo meses que se ha conseguido que la legislación considere a los hijos de los maltratadores víctimas directas de violencia de género, lo cierto es que la Oficina de Atención a Víctimas de Delitos, ubicada en la Audiencia Provincial, asiste a estos niños y niñas desde que se creara para darles atención psicológica. Constituyen el 95% de los menores que acuden a la sede situada en la Audiencia, de la mano de sus madres, que también inician terapia psicológica. La Oficina remite a las mujeres maltratadas a Cruz Roja para que se acojan al programa Atempo, el dispositivo conectado al teléfono móvil que reciben las víctimas para protegerse de los agresores, dotados con un gps que las mantiene localizadas y las permite comunicar con la Policía Nacional o Guardia Civil en caso de emergencia, si se les aproxima el maltratador. El programa de empleo de Cáritas es otro de los recursos que se pone a disposición de estas mujeres para su inclusión laboral.