Los técnicos del Ayuntamiento trabajan para esclarecer las causas por las que un enorme Pino de Monterrey se vino abajo en la noche del domingo al lunes en el bosque de Valorio y para descartar que las causas de esta situación sean extrapolables al resto de árboles de la zona. Así lo aseguró ayer el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández. "Trabajamos para saber las razones de que el árbol se haya caído", asegura el edil antes de apuntar como causa más probable el hecho de que el árbol "estaba envejecido".

Con todo, Fernández no pasó por alto la cercanía del pino al estanque Félix Rodríguez de la Fuente, ahora vacío. "El estanque tiene varias fisuras y una importante pérdida de agua", apostilló el edil. "Puede ser que esta situación sea la que ha provocado que las raíces del árbol sufran y que por esto se haya venido abajo", añadió para también anunciar que el Ayuntamiento trabaja en un proyecto para arreglar el estanque en las próximas fechas.

Romualdo Fernández pidió a los usuarios del bosque y a los zamoranos en general que "estén tranquilos" porque "no hay nada que indique" que hay más árboles en esta situación. De hecho, el Ayuntamiento ni siquiera ha puesto sobre la mesa la posibilidad de cerrar parte del bosque de Valorio. "En principio los árboles están bien, y si se detecta algo se actuará de inmediato". Aún así, el concejal reconoció que "nunca podemos estar cien por cien seguros" de que un árbol que aparente "perfectas condiciones" no vaya a sufrir el mismo destino que el pino que se vino abajo el domingo por la noche. Medio Ambiente tampoco se plantea cambiar ni ampliar las labores de mantenimiento que se llevan a cabo en el bosque -desbroce para evitar incendios, riego en las áreas usadas por los niños y más transitadas y eliminación de las ramas caídas o en riesgo de desprenderse-.

La hora a la que ocurrió el suceso -sin determinar porque nadie lo presenció, pero entre el anochecer del domingo y la madrugada del lunes- fue la mayor aliada para evitar que ocurriera una desgracia. La caída de ramas e incluso de árboles no es rara en épocas de temporal, pero si es llamativa la caída de un árbol de tan grandes dimensiones en pleno mes de agosto.