Un nuevo lienzo escondido de muralla ha renacido para los zamoranos en la calle Mesones. Se trata de 25 metros lineales de piedra medieval, hasta ahora ocultos, que se corresponden con el antiguo palacio de Doña Urraca. El derribo de dos inmuebles en esta parte del recinto amurallado permitirá a partir de ahora disfrutar de un espacio diáfano de fortificación que incluye un nuevo cubo que habría de restaurarse. El Ayuntamiento de Zamora, de hecho, ha anunciado su intención de ponerse en contacto lo antes posible con el Estado, en calidad de propietario de este patrimonio, para que asegure los sillares y puedan volver a lucir perfectamente consolidados. Con esta operación, el plan de liberación de la muralla queda prácticamente finiquitado, tan solo a falta de un pequeño derribo en la bajada de San Martín y la exigente intervención que tendrá que realizarse para echar abajo el número 11 de la avenida de la Feria.

Los derribos en la calle Mesones estaban marcados en rojo en el calendario del plan de liberación de la muralla. Si bien no es el primer tramo en que uno piensa cuando le hablan de la fortificación zamorana, sí que es cierto que se encuentra en un entorno privilegiado por su proximidad al reconocido y reconocible Arco de Doña Urraca. Por ello, estos 25 metros lineales ahora diáfanos constituirán un auténtico revulsivo para la zona al poder, a partir de ahora, contemplar con mayor perspectiva la grandeza de esta pieza patrimonial.

Los edificios echados abajo por una excavadora durante el miércoles y el jueves de esta semana se corresponden con los números 9 y 11 de la calle Mesones. "Nos llevamos un 2x1, porque en realidad tan solo teníamos terminado el expediente para el número 9, pero la propietaria del 11 nos ha facilitado acometer un derribo conjunto, algo que le agradezco públicamente", ha señalado Francisco Guarido. Con esta operación, son ya cinco los inmuebles destruidos en beneficio de la muralla y otros dos más que están en un horizonte muy próximo para el Ayuntamiento de Zamora.

El futuro pasa por liberar la fortificación ahora escondida tras el número 2 de la bajada de San Martín y el número 11 de la avenida de la Feria. En el primero de ellos, por sus dimensiones, no debería aflorar ningún problema. En el segundo, por la misma razón, habrá que extremar las precauciones dado que se trata del edificio más alto de cuantos hasta el momento han sido reducidos a escombros. Ambas operaciones se llevarán a cabo "próximamente", ha asegurado Guarido. "Y con eso completaremos todo lo que se ha podido hacer durante este mandato municipal en relación con el descubrimiento de la muralla", ha añadido.

Pero la cosa no termina ahí. El plan del Ayuntamiento de Zamora es ambicioso y por eso el objetivo es atar los máximos cabos posibles pese a que no se puedan realizar las obras. Es el caso de los números 7 y 41 de la avenida de la Feria. "Edificios que ya han sido expropiados, pero que no podemos derribar al estar encastrados en otras propiedades", ha manifestado el alcalde de la capital. Y aún queda pendiente la resolución del conflicto que enfrenta a los propietarios del número 37 de la Feria con el Ayuntamiento. "Ni ellos ni nosotros estamos de acuerdo con los precios, así que será un asunto que se solucione finalmente en los juzgados", ha adelantado Francisco Guarido.