Un Museo de Semana Santa comprometido con la herencia histórica, la realidad presente y con miras al futuro. Estas premisas definen el nuevo centro museístico que apuesta por la inclusión de la tecnología para explicar al visitante el fenómeno de la celebración y que está inmerso en pleno proceso de licitación.

El nuevo espacio contaría con 5.250 metros construidos repartidos en un máximo de tres plantas, de los cuales 4.000 corresponderían a superficie sobre el nivel de la calle y un sótano de 1.250 metros, con una altura de ocho metros en fachada pudiéndose alcanzar hasta los 12 metros como máximo en el retranqueo de siete metros desde la alineación oficial, tras una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana en el marco del Plan Especial del Casco Histórico para ampliar volumetrías en el museo aprobada en el último pleno municipal y de las prescripciones estipuladas desde la Comisión Territorial de Patrimonio.

A tenor del pliego de prescripciones técnicas hecho público anteayer por la Junta pro semana Santa, como organismo licitador, los arquitectos que remitan proyectos para este edificio singular tendrán que sopesar una planta baja con una zona de acogida, con vestíbulo, recepción, taquillas o guardarropa, tienda aseos así como espacios para actividades culturales y la sala de exposiciones, que rondaría los 1.400 metros cuadrados. El programa de necesidades contempla otro ámbito expositivo en la primera planta, donde se ubicaría también la sala de restauración así como oficinas y aseos, mientras que en el sótano el documento aboga por ubicar la zona de almacén o la mayor superficie destinada a instalaciones.

El proyecto que gane deberá tener presente que durante los días de la Pasión la mayoría de los grupos escultóricos que contendrá el edificio lo abandonarán, lo que obligará a plantear un sistema para facilitar su salida y también posteriormente su reubicación en el centro. También deberá tener presente el objetivo de lograr el consumo energético más bajo y la mesa de valoración tendrá en cuenta que las propuestas integren la iluminación natural o la previsión de deslumbramiento. Además, una vez adjudicado, "el proyectista tendrá que contar con un laboratorio que efectúe un estudio geotécnico", práctica cada vez más habitual para la construcción de los edificios públicos.

Por otro lado, el anteproyecto de tecnificación del nuevo Museo de Semana Santa, que los arquitectos deben de estudiar, plantea la creación de contenidos digitales culturales a partir de los documentos del Archivo de las Cofradías. "Muchos de esos contenidos pueden pasar por un proceso de digitalización para ponerlos a disposiciones del visitante (...)", explican en el texto. A mayores, aboga por la utilización de "soportes fijos y móviles de información y fusión de contenidos a través de pantallas tácticas y la vinculación con los dispositivos móviles" y de balizas digitales, entre otros mecanismos, que "permiten el intercambio entre los visitantes y el Museo".

La vigilancia de las condiciones ambientales y el aislamiento térmico representan dos pilares a tener muy presente para la conservación y mantenimiento de los pasos, por ello el pliego también recoge la instalación de un sistema de climatización por aire que "permite el control independiente de la humedad relativa" mediante la instalación de una red de sensores que capten las condiciones de humedad y temperatura en cada una de las salas. Añade la instalación de sensores de presencia y de cercanía así como la implantación de un sistema de localización de interiores que permitirían "localizar a los visitantes (...) con una precisión de tres metros, permitiendo identificar a los visitantes en cada sala", recoge el pliego.