El testimonio de la auxiliar administrativo del Ayuntamiento de Peleas de Abajo, la secretaria titular y la que suplió a ésta durante su baja maternal han dejado claro que el exalcalde de esta localidad de Tierra del Vino, Marcelo Jurado, cobró 14.559 euros entre abril de 2007 y agosto de 2009 en dietas que debería haber justificado pero no lo hizo, así como tampoco devolvió el dinero. Del contundente testimonio de las empleadas municipales, especialmente la secretaria, se deduce claramente que estas dietas irregulares, por las que Marcelo Jurado se enfrenta a una pena de cuatro años y medio de cárcel, al considerarse malversación de caudales públicos, no tienen nada que ver con otras dietas que sí cobró legalmente para compensar el año y medio de nóminas atrasadas que pasó entre que se aprobara su sueldo como alcalde y fuera dado de alta en la Seguridad Social ni con otras cantidades de dinero que el entonces máximo mandatario municipal adelantó al municipio y que después le fueron reintegradas, entre otras los más de 55.000 euros que prestó para que se pudieran pagar las nóminas en la residencia.

La declaración de las tres testigos y especialmente el de la secretaria han sido los testimonios más esclarecedores del juicio que se sigue contra Marcelo Jurado y su exteniente de alcalde y entonces tesorero, Bernardo Prieto, considerado por la acusación particular cooperador necesario en el delito de malversación por lo que pide para él tres años de cárcel, en contra del criterio de la Fiscalía que considera que no ha cometido delito alguno. Un juicio con jurado popular que ha hecho un receso para el almuerzo y continuará durante la tarde.

Las tres funcionarias indicaron que era Marcelo Jurado quien ordenaba los pagos, ponía las cantidades y hacía caso omiso tanto a los recordatorios de que tenía que justificar las dietas como a los reparos que hizo la secretaria interventora municipal. Los empleados municipales explicaron que legalmente no podían suspender los pagos a Marcelo Jurado aunque no hubiera justificado muchos de ellos y en este sentido el testimonio de la secretaria resultó esclarecedor, al sortear con solvencia el acoso al que le sometió el abogado defensor de Marcelo Jurado acerca de la forma jurídicamente correcta de hacer los pagos o si éstos deberían haber sido reclamados fehacientemente y por escrito.

La declaración de Marcelo Jurado ha resultado la más vehemente, manteniendo su inocencia, negando absolutamente el cobro de ninguna dieta y justificando las facturas que pormenorizadamente le mostraba el fiscal como pagos por cantidades que le debía el Ayuntamiento a él, por nóminas atrasadas y adelantos de dinero en efectivo para solventar compras o necesidades municipales. A su juicio todo es un montaje político de su sucesor en el cargo, Félix Roncero, e incluso, al igual que los letrados defensores, puso en duda la validez de las certificaciones de acuerdos plenarios presentadas como prueba por las acusaciones, quejándose de no haber podio acceder a la documentación municipal completa.

"Todo es un montaje", considera Marcelo Jurado y los abogados defensores, quienes explican de esta manera la cantidad de años transcurridos desde que ocurrieron los hechos hasta que se interpone la denuncia, casi siete, el hecho de que haya documentos "construidos a posteri" y que existan dos sentencias del Tribunal de Cuentas que archivaron una causa similar, con la misma documentación, tras una denuncia por alcance presentada por el primer gerente de la residencia, Eugenio Grande, contra el propio Marcelo y la secretaria municipal.

Bernardo Prieto dijo que cuando ocurrieron los hechos él ni siquiera vivía en el pueblo. Declaró que su tarea como concejal era fundamentalmente trabajar por el pueblo y en el cargo de tesorero firmaba los libramientos de pagos, cheques que venían con la nómina y las facturas adjuntadas, sin que tuviera por qué dudar de que eran correctos, labor que correspondía más a la secretaria.

También ha declarado en el juicio el actual alcalde de Peleas, Félix Roncero, quien indicó que su primera labor al frente del Ayuntamiento fue poner en orden el caos económico en el que estaba sumida la institución, por entonces el municipio más endeudado de España y fue solo cuando la situación estaba encarrilada cuando se metió a fondo con otros conceptos de la contabilidad municipal, como las dietas sin justificar de Marcelo Jurado, que suman 14.559 euros, una cantidad nada despreciable para un pueblo de unos 300 habitantes. Negó tener enemistad con Marcelo Jurado, pese a que éste presentó una denuncia contra él y sugirió, "aunque no tengo pruebas" que Bernardo Prieto y sus familiares sí han podido beneficiarse de decisiones que el exalcalde tomó en su día al frente del Consistorio.