Solo dejó de apretar sus manos cuando ella pudo advertirle de que "me ahogas". Ante la agresión que el propio imputado admitió en instrucción, el fiscal de Violencia de Género, Evaristo Antelo, volvió ayer ha mostrarse implacable con el presunto maltratador y reiteró "le necesidad de proteger a la víctima" frente a su maltratador aún cuando la mujer decida retirar la acusación en el mismo acto del juicio, como ocurrió ayer en el Juzgado de lo Penal. La joven sufrió heridas a nivel glótico submaxilar, de las que tardó en curarse tres días, de acuerdo con los datos que aportó el fiscal, único que intervino en la vista oral.

Ese propósito de preservar la integridad física y psicológica de la mujer llevó al fiscal a exigir a la juez que impusiera al imputado nueve meses de cárcel y una medida de alejamiento druante dos años respecto de su expareja para impedir que se aproxime o se comunique mediante cualquier medio con la joven. El Ministerio público considera que el hombre no tenía realmente intención de matar a quien era su novia porque retiró sus manos del cuello con celeridad, esta circunstancia explica que la pena de prisión que solicita para el procesado esté por debajo de los nueve meses.

La magistrada no pudo escuchar cómo se sucedieron los hechos, ocurridos en el domicilio paterno de la joven cuando esta se encontraba en la cama con su novio y, en el transcurso de una discusión, este le agarró del cuello con las dos manos, de acuerdo con el relato que realizó la mujer cuando denunció el episodio de violencia. Una versión que el joven corroboró, pero de la que np hubo testimonio en el acto del juicio por ninguna de las dos partes.

Ni la supuesta agredida quisó continuar en la vista oral con las actuaciones emprendidas contra quien era su pareja el 23 de julio de 2017, cuando tuvieron lugar los hechos, ni el procesado accedió a contestar a las preguntas del Ministerio Fiscal, que se mantuvo firme y prosiguió con la acusación pública.

Antelo pidió que se leyera lo que manifestó la presunta víctima en el Juzgado de Primera Instancia e Intrucción que investigó lo sucedido, así como lo que testificó el hombre en sede judicial, donde no negó la agresión, que solo cesó cuando la joven, al ver que la faltaba el aire para poder respirar, le dijo que "me ahogas". El acusado la soltó rápido, indicó el fiscal, acto seguido, el acusado trató de intimidar a la mujer al advertirle que si contaba lo sucedido "voy a por ti". La amenaza no impidió que la joven denunciara la agresión sufrida a manos de quien ha dejado de ser su pareja.