Operarios de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD se personaron ayer en el arroyo de San Pedro del término municipal de Guarrate y que desemboca en el río Duero, tras pasar por el Guareña, para inspeccionar el vertido de color marrón y olor fétido que procede de la Estación Depuradora de Residuos (EDAR) de Fuentesaúco, inaugurada en agosto de 2009, una inversión de 2,4 millones de euros cuyo mantenimiento ha incrementado en 60 céntimos por metro cúbico el recibo del agua de los saucanos. Los funcionarios habrían recogido muestras para analizar el líquido que expulsa el desagüe de la instalación, cuya adjudicataria es Aquona, de color marrón y olor fétido, según la denuncia cursada ante la Guardia Civil por los concejales del PSOE en las dos localidades de la comarca de La Guareña, lo que podría dar lugar a la apertura de un expediente sancionador.

Junto a los funcionarios de la CHD, estuvieron los de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que podrían haber tomado también muestras para analizarlas e incorporarlas al expediente administrativo que podría iniciares para investigar si se ha cometido una infracción al contaminar las aguas. El Seprona también tendría que investigar para determinar si existe un delito contra la naturaleza y el medioambiente, infracción penal que terminaría en la Fiscalía de Medio Ambiente.

La denuncia del PSOE especificaba los vertidos, que proceden de la conducción de la Estación Depuradora, cuyo desagüe "expulsa agua de color marrón" y un fuerte olor durante 15 minutos con una cadencia aproximada de 45 minutos, situación que se repite desde hace meses, de acuerdo con información facilitada por el concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Fuentesaúco y diputado provincial por ese partido por La Guareña, Eduardo Folgado Becerra, quien cursó una denuncia ante la Guardia Civil junto al resto de los ediles de la localidad saucana y los de Guarrate ante las quejas de los vecinos de Guarrate.

Daños a pastos y cultivos

La situación podría tener consecuencias para los pastos y los cultivos que utilizan el agua procedente del arroyo de San Pedro para regar las tierras si, como todo parece indicar, el riachuelo lleva meses recibiendo vertidos contaminados, indica Folgado Becerras, quien incide en las consecuencias que tendría para la cadena alimentaria esta circunstancia. Esa contaminación no afectaría, en este caso, solo a Fuentesaúco, sino a toda la ribera del Duero que discurre por esta zona hasta llegar al término municipal de Toro, donde desemboca el río Guareña. La Guardia Civil investiga los vertidos fétidos desde hace una semana.