Atravesar el Duero sin necesidad de usar los puentes será posible dentro de unas semanas gracias al nuevo "ingenio" que proponen el Ayuntamiento de Zamora y el arquitecto Pedro Lucas del Teso: una barca que unirá las aceñas de Olivares y Los Pelambres.

Según Christoph Strieder, concejal de Turismo del Ayuntamiento, la propuesta responde a la línea que sigue el Consistorio para potenciar el Duero como recurso turísticorecurso turístico. "Al tiempo, se recupera un elemento muy utilizado en épocas pretéritas como son las barcas de paso que existían para cruzar de orilla a orilla en numerosos ríos zamoranos". En total, según Lucas del Teso, se llegaron a contabilizar unas doscientas barcas repartidas por toda la provincia.

De hecho, la barca a utilizar será muy similar a la que todavía se puede contemplar en la localidad de Villaflor "y hasta hace no muchos años fue el medio utilizado por personas y caballerías para cruzar entre las dos orillas del embalse de Ricobayo". A diferencia de aquella la barca del Duero será más pequeña, ya que tendrá una capacidad estimada para unas 14 personas en lugar de las 50 de aforo con las que contaba la de Villaflor. Su estructura es casi triangular para afrontar de una manera más eficaz "la escasa corriente que lleva el río en condiciones normales por la zona donde estará ubicada".

El proyecto de instalación de la barca ya ha sido adjudicado, con un presupuesto de 20.000 euros y un plazo de ejecución de cuarenta días, dependiendo no obstante de las condiciones climatológicas. Los puntos de amarre estarán ubicados junto en las aceñas de Olivares y la playa de los Pelambres, salvando un tramo fluvial de unos 200 metros e inicialmente será de tracción manual, aunque susceptible de mecanizar con la incorporación de un motor de impulsión. El nuevo transbordador del Duero está pensado tanto para el uso cotidiano de los zamoranos que cruzan de una parte a otra del río y "deseen hacerlo por ese medio, como para los turistas que nos visitan, ofreciendo una imagen panorámica nueva y de singular belleza del conjunto histórico y la catedral". Se trata también de un proyecto de recuperación etnográfica, "y de hecho viene a complementar la oferta museística de las aceñas de Olivares". El trayecto se completará con un recorrido a pie por la margen izquierda y vuelta al casco histórico por el Puente de Piedra.