La relación de algunos de los acusados con el caso era meramente empresarial, derivada, por ejemplo, de ser los titulares de las parcelas que se vendieron a Gescomar Zamora para que se edificaran las viviendas, cuyos pagos iniciales se efectuaron a esa sociedad y terminaron en manos de la administradora ante la sorpresa de quienes se vieron privados de su dinero, según los socios captados para adquirir pisos en el paraje de Los Navajos, en la urbanización siglo XXI. Esta consideración ha llevado a la Fiscalía a mantener su acusación dirigida solo de la que considera que fue la única artífice de que los 206.268,20 euros se volatizaran sin que llegara a ejecutarse el proyecto de construcción.

Gescomar era una sociedad cooperativa, con sede en la avenida de Cardenal Cisneros de la capital de Zamora, destinada a la promoción inmobiliaria, directamente o a través de comunidades de bienes, gestión de promociones para cooperativas de viviendas y comunidades de bienes, según consta en la información de la que la firma ha dejado constancia en portales de Internet que describen las empresas que operan en territorio español. La última operación que figura se fecha en l año 2011.