Para estos zamoranos, las mujeres de Lobito "son la verdadera definición de heroínas". Ellas son las que se echan a la espalda, literalmente, la economía del hogar. "Se levantan muy temprano, a las cinco de la mañana, y cargando con los hijos más pequeños van al campo, después a vender los pocos alimentos que recolectan en el mercado y por la tarde acuden a clases de alfabetización", resume Lara Calvo, quien asegura que tienen una gran voluntad. La principal ocupación de los hombres es la pesca "pero el dinero que logran lo malgastan a menudo en el bar, porque el whisky es más barato que la leche", compara el padre Campos. "Esta es una sociedad creada por mujeres, pero para los hombres. Habría que hacer una importante intervención con ellos para hacer avanzar la sociedad", añade.