Los 6.000 euros recibidos por herencia en 2010 se convirtieron en 105,66 euros solo cinco años después, en unas pocas acciones que no valían nada. Ahora un juez de Zamora obliga al Banco Popular a reintegrar la cantidad perdida, dada la "toxicidad" y la "baja calidad" del producto heredado en su día, que en realidad era de riesgo.

El magistrado ha anulado los contratos el mismo día en el que tenía lugar la intervención del Banco Popular, en bancarrota, al estimar que "no se informó al interesado de todos los riesgos de los bonos", apuntan sus abogados, Javier Lozano Carbayo e Ignacio Fernández Doval, integrantes de la Asociación para la Defensa de los Consumidores (Apdef). En la sentencia, se alude al "nulo valor" del producto "por la situación de crisis, por la baja calidad del mismo, al ser bonos subordinados, es decir, convertibles en acciones". De modo que, en una situación de quiebra de la entidad financiera, "las posibilidades del titular de los bonos de recuperar el dinero es prácticamente inexistente porque los acreedores serían los últimos en cobrar", según la Ley, destacan Lozano Carbayo y Fernández Doval.

La adquisición de esta entidad por el Santander, con la compra de acciones por un valor muy inferior al original, devaluó los bonos, por lo que ahora debe resarcirse al zamorano perjudicado, quien esperaba percibir intereses de hasta el 7% cuando heredó, tal y como le indicaron en el Popular. La entidad le aseguró que se trataba de "un producto sin riesgo", según indican los letrados del demandante. "Los bonos han pasado de valer 6.000 euros a cero euros, lo que se habría evitado si hubieran explicado a nuestro cliente correctamente lo que suponía mantenerlos" en lugar de venderlos, abundaron.

Los representantes legales del hombre indican que la ampliación de capital del Popular en 2016 "fue engañosa, porque la información que ofreció el banco sobre su solvencia y balances se ha demostrado que estaba tergiversada".

Los "Valores Santander"

Más sangrante, si cabe, ha sido el caso de una pareja zamorana que vio cómo perdían precio los 58.000 euros que invirtieron en el producto denominado "Valores Santander", "de alta rentabilidad", según la información que les facilitó este Banco. Sin embargo, "en realidad eran bonos subordinados", que en el año 2012 se transformaron en acciones sin que los titulares pudieran evitarlo de ninguna manera. La consecuencia, como no podía ser menos, se tradujo en pérdidas económicas para la pareja, según detallan los letrados que defendieron sus intereses ante un juzgado de Zamora que condena ahora al Santander a devolver la cuantía íntegra.

"Se trata de dos sentencias muy importantes para los zamoranos y un duro golpe" para las dos entidades financieras. "Abren una ventana de esperanza a los titulares de deuda subordinada, bonos convertibles en acciones y accionistas del Banco Popular que han visto perdido el cien por cien de sus inversiones de la noche a la mañana".

La Asociación ofrece un servicio ventajoso a los zamoranos perjudicados que deseen pleitear.