Aparecen fotografías de todos los tamaños, incluidas grandes ampliaciones, realizadas en color y blanco y negro, con todo tipo de temáticas y técnicas y, por supuesto, de profesionales y aficionados más o menos avanzados. Es la cita de "Secado", que ayer cumplió, en la Plaza de Viriato, una edición extraordinaria, la 18, entre las siete y las nueve de una tarde en la que el sol se quedó como protagonista.

El asunto es sencillo: cada cual lleva sus fotografías y las expone en la plaza de Viriato, colgadas como en un tendal (a modo del secado de las instantáneas en el revelado tradicional) y cada uno puede elegir la que más le guste y llevársela a su casa. La única norma es que cada fotógrafo debe aportar un número de imágenes idénticas a las que se lleva. "En cada edición hay más participantes y personas interesadas en conocer las imágenes aportadas", explica Manuel Poves, que es profesor de Imagen en el instituto de Formación Profesional de La Vaguada.

Además de los participantes interesados en el intercambio de fotos el público en general pudo contemplar las instantáneas como si se tratara de una efímera muestra de multitud de artistas de tan solo dos horas de duración y en plena calle, el marco de la plaza de Viriato.

Este tipo de iniciativas demuestran el interés por la fotografía que existe en la ciudad, un arte que sigue siendo del interés de personas de todas las edades.