El Juzgado ha tomado declaración a dos detenidos, un menor de edad y un joven, como autores del robo de casi un centenar de perfumes de alta gama perpetrado en una droguería situada en la calle de El Riego, material que está valorado en más de 7.000 euros, al tratarse de marcas de las más caras.

Los dos investigados fueron detenidos a los pocos minutos de salir del establecimiento, cuando huían de la zona con bolsas de plástico en las que llevaban el material sustraído hacia las 6.20 horas de la madrugada del sábado, según ha podido saber este periódico.

Para acceder al local, los dos detenidos lanzaron contra el escaparate de cristal del lateral de la tienda, que cubre toda la pared, un adoquín de hormigón de los utilizados para pavimentar aceras, con el que reventaron la mitad del cristal, hueco el que entraron. Minutos después salían por el mismo boquete, a pesar del riesgo de que pudiera venirse abajo el resto del cristal y pudiera pillarles debajo.

Las cámaras de varios comercios colindantes captaron las imágenes del joven y del adolescente cuando rompen la pared acristalada, entrando y saliendo de la droguería cargados con las bolsas que les fueron incautados por la Policía Nacional.

La alarma que tiene instalado el establecimiento, abierto en diciembre, permitió que los agentes se desplazaran con pocos minutos, tras recibir la llamada de la Comisaría de Zamora, y los dos acusados fueran localizados con rapidez con portando dos bolsas de plástico en las inmediaciones de la Plaza Mayor, una operación en la que también colaboró la Policía Municipal.

Los agentes recuperaron los frascos de colonia sustraídos y que los dos investigados guardaban en las bolsas. El valor medio de cada uno de los perfumes si estima entre 80 y 90 euros.

La droguería había sufrido otro intento de robo el jueves pasado, a las 4.00 horas. En esa ocasión, los delincuentes cogieron usaron una tapa de alcantarilla para intentar romper uno de los escaparates de la fachada principal de la tienda, si bien no consiguieron que partiera para poder entrar. En un principio, se creyó que se trataba de un acto vandálico, pero las cámaras de comercios colindantes demostraron que era un intento de robo.